Basurto trabaja en el primer proyecto europeo que operará en realidad virtual
Un equipo médico del hospital de Basurto y otro de ingeniería del Instituto Labein trabajan en una máquina capaz de operar en realidad virtual los casos de patología ginecológica habituales. El proyecto es único en Europa y sólo existirá otro en Estados Unidos. Cuando el novedoso sistema empiece a utilizarse a finales del año 2001, los médicos y estudiantes de Ginecología podrán simular operaciones. "El gran beneficiario será el paciente", resalta Iñaki Brouard, uno de los tres médicos vascos que está en el proyecto internacional.
Los cirujanos creerán que intervienen en un cuerpo real. Cuando corten, brotará sangre. Al introducir las pinzas sentirán el desgarro de la piel y la consistencia de los tejidos. Sin embargo, sólo será una ilusión: una operación virtual. Las previsiones anuncian que el nuevo sistema, denominado Lahisto Trainer (Entrenador en laparoscopia e histeroscopia), se podrá utilizar para finales del año 2001. Entonces, médicos y estudiantes tendrán por vez primera la oportunidad de entrenarse antes de una intervención como si de un caso real se tratara.El revolucionario sistema se prepara para que sea estrenado en operaciones de ginecología pero podrá extenderse a otras especialidades médicas en un futuro. "Se está diseñando para que se pueda realizar en realidad virtual toda patología ginecológica susceptible de hacerse por laparoscopia [técnica actual consistente en operar a través de una cámara, sin abrir el cuerpo]", explica Iñaki Brouard, quien junto a Álvaro Gorostiaga y Daniel Andía, forman el equipo de ginecólogos que trabajan en el hospital de Basurto en el proyecto pionero en Europa.
Los médicos vascos preparan el programa junto a otros colegas del hospital universitario de Francfort, en Alemania, y del San Joao, de Oporto, en Portugal. Además un grupo de expertos ingenieros trabaja en la parte tecnológica. Éstos pertenecen al Instituto Labein, en el País Vasco; al Instituto Nacional de Estadística Biomédica, de Portugal, y al centro alemán Franhoffer, especialista en realidad virtual.
"Trabajamos independientemente y hacemos la puesta en común en las reuniones que mantenemos cada uno o dos meses. El día que se ponga en marcha el nuevo sistema nos vamos a hacer famosos", expresa entusiasmado Brouard.
Todavía no ha llegado ese momento, pero desde que empezó a pergeñarse el ambicioso plan en septiembre de 1998 se ha avanzado considerablemente. "El trabajo se complementa bien; los médicos decimos a los ingenieros lo qué queremos y para qué. Y ellos tratan de lograrlo, y lo consiguen", señala el médico. El sistema constará de una parte teórica, la básica, a la que se accederá a través de una página web de Internet. Esa información recogerá texto y fotos ilustrativas. La segunda parte del proyecto se basará en el aparato en sí mismo, que consta de ordenadores y una caja.
El programa que los médicos llaman "de entrenamiento" estará basado en 10 modelos que representan prácticamente el total de las intervenciones ginecológicas que se hacen en los hospitales del mundo. "En todos los casos, las enfermas ya están predeterminadas". Brouard resalta que el cirujano o el estudiante, cuando se sitúe frente al sistema virtual, sabrá que su paciente es una mujer de 38 años que padece un quiste ovario. O una de 45 a la que le va a extirpar el útero y mantener los ovarios. El programa también incluirá, por ejemplo, la intervención a una mujer de 55 años, a la que hay que retirar el útero y los ovarios porque padece un cáncer de endometrio.
"Se ha seleccionado el programa de la Asociación Europea de Medicina de Reproducción Humana, que tiene distintos niveles de aprendizaje, y los hemos adoptado porque son los únicos que están definidos", incide Brouard.
Los casos elegidos son concretos, como los que encuentran los médicos en su trabajo real. Dentro de las posibilidades que ofrecerán las operaciones virtuales, el médico también podrá pedir a la máquina las distintas pruebas que se requieren habitualmente antes de una intervención. "El médico verá un dibujo sofisticado; si la pinza choca con el hueso, no pasará; si corta, notará la sensación del corte y verá aparecer la sangre, que tendrá relieve. Todo tendrá una consistencia determinada, real. Por eso, el ordenador llamará la atención si algo no se hace correctamente. Podrá preguntar y advertir al médico y si éste se equivoca, le llamará la atención", resalta Brouard.
El paciente será el gran beneficiario
El sistema se podrá usar en un futuro próximo en cualquier tipo de cirugía porque "lo importante es saber manejar las pinzas, saber suturar, saber desenvolverte en un campo determinado. Luego, todo es adaptar el sistema", incide Iñaki Brouard, ginecólogo en el hospital de Basurto, con gran experiencia en cirugía endoscópica, técnica mucho menos agresiva que la tradicional. En Basurto se practican siete intervenciones y se hacen 16 diagnósticos semanales. En total, más de 350 al año. "El nuevo sistema de entrenamiento de operaciones vituales minimizará los riesgos de las intervenciones, asegurará el resultado y el paciente será el gran beneficiario. Con el nuevo sistema de Lahisto Trainer todo serán ventajas. La gente tendrá mucha experiencia y cuando opere estará muy bien entrenada", resalta Brouard. Ahora, los ginecólogos que utilizan la técnica de laparoscopia siguen cursos en los que aprenden electrónica y se entrenan con garbanzos y cerdos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.