Una colección de la Galería Tretiakov repasa en Bilbao la pintura rusa del XIX

Una colección de obras seleccionadas de los ingentes fondos de la Galería Tretiakov de Moscú -más de 100.000 piezas de arte ruso- permitirá contemplar desde mañana, martes, en las salas de exposiciones del BBV en Bilbao (San Nicolás, 4) la pintura realizada por los artistas rusos del XIX. El asesor científico de la muestra, Alfonso Pérez Sánchez, invita a descubrir las sorprendentes relaciones con el arte español de la época. "Hay semejanzas y paralelismo histórico en el modo de entender el mundo del pueblo español y ruso", asegura.

La exposición La pintura rusa del siglo XIX en la Galería Tretiakov ha permitido ver por vez primera en España los fondos de esta pinacoteca moscovita, fundada en 1892. Tras su paso por la sala de exposiciones del BBV en Madrid, la muestra estará abierta al público en la sede bilbaína de San Nicolás del 21 de diciembre al 10 de febrero próximo.La muestra de arte ruso estará compuesta por 52 obras, que recorren cronológicamente desde la etapa napoleónica hasta acercarse a una anticipación del realismo social.

Entre las pinturas seleccionadas (obras firmadas por Fedótov, Repin, Levitán, Perov, Schedrín, entre otros nombres desconocidos por el público español) se encuentran ejemplos de retratos de intelectuales y artistas, representaciones de la naturaleza y escenas costumbristas de la vida cotidiana. Sus grandes dimensiones han dejado fuera de la exposición las pinturas de género histórico.

En las obras elegidas para representar la variada pintura rusa del siglo XIX encuentra Pérez Sánchez un cierto "aire de familia" con los trabajos realizados por pintores españoles de la época, como Joaquín Sorolla, José Madrazo o Vicente López, que sorprenderá a los visitantes de la exposición.

"Sensibilidad análoga"

"Hay semejanzas y paralelismo histórico entre estos grandes maestros en el modo de entender el mundo del pueblo ruso y del español", explica el responsable científico del montaje. "A pesar de la enorme distancia física que separa a los dos países, las vicisitudes de su historia, el hecho de orientar la formación de sus artistas en la misma dirección, (Italia y Francia, especialmente) y, en ocasiones, una sensibilidad análoga, enraizada en el amor a la tierra propia y a las propias tradiciones, al paisaje inmediato y a los hechos de la más próxima cotidianidad, expresados con una ternura íntima y un sentido crítico, sutil a veces y a veces decididamente burlesco, hacen perfectamente hermanables las pinturas de los dos países", añade.

En opinión de Pérez Sánchez, Rusia añade un componente de severidad y gravedad. La presencia constante de los inviernos terribles, la interminable estepa, los cielos plomizos y "las composiciones complejas cargadas de simbolismo moral o de carga social" singularizan su pintura al margen de las analogías formales que se pueden hacer con la pintura española.

La Galería Tretiakov fue fundada por un acaudalado hombre de negocios, dedicado a la producción y comercialización del lino en Rusia y buena parte de Europa. Pável Tretiakov (1832-1898) comenzó a coleccionar arte ruso a mediados del siglo y trató directamente con numerosas personalidades del mundo del arte. La Galería Tretiakov es, en palabras de Pérez Sánchez, "el gran museo ruso por excelencia". Reúne en sus dos edificios de Moscú la mayor colección de pintura rusa del país -100.000 obras catalogadas, de las que 15.000 son pinturas- desde los iconos medievales hasta el realismo socialista, sin olvidar obras de las vanguardias.