España se prepara ante la amenaza de la marea negra vertida por el buque 'Erika'

La amenaza de la marea negra liberada por el hundimiento del petrolero Erika, el pasado 13 de diciembre, ha llegado a España. Ante la posibilidad de que la contaminación (10.000 toneladas de fuel de alta densidad) llegue a las costas españolas, las autoridades han concentrado equipos en el Cantábrico, bajo el mando de Salvamento Marítimo Español, dependiente del Ministerio de Fomento. Entretanto, los trabajos de limpieza marina siguen sin tener éxito.

Salvamento Marítimo Español ha participado, bajo la coordinación de las autoridades francesas, en las operaciones de rescate de la tripulación y de minimización de los efectos del vertido de fueloil que transportaba el Erika, calculado en unas 10.000 toneladas.Las autoridades españolas mantienen destacado en Francia un especialista en contaminación. Este experto actúa como enlace entre los responsables franceses y españoles en la materia. Otro apoyo procede de dos buques de Salvamento Marítimo Español, con equipos de lucha contra la contaminación, que han partido de los puertos de Bilbao y Santander. Para hoy está prevista la llegada a la zona afectada de un tercer buque de características similares.

El servicio de Salvamento Marítimo Español asegura que estaba alerta dos días antes de que se produjera el accidente, dado que el Erika había detectado problemas de estabilidad cuando se encontraba a 160 millas de la Estaca de Bares, al norte de la costa cantábrica española.

Los últimos datos sobre la evolución de la contaminación indican que se encuentra a más de 100 kilómetros de las costas francesas y a unos 330 de la costa española, moviéndose en dirección sureste unos 30 kilómetros cada día, en forma de 25 manchas aisladas de un producto emulsionado al 50% con agua y de textura viscosa. Las manchas, de unos 100 metros de diámetro, avanzan hacia las costas francesas. Aunque Salvamento Español cree que la posibilidad de que lleguen restos de contaminación a la costa española es "remota", está concentrando equipos y unidades en el Cantábrico.

Hasta ahora, las operaciones para aspirar el combustible han fracasado debido al fuerte oleaje en la zona y la viscosidad del combustible que tapona los tubos de aspiración de los remolcadores. Para hoy estaban previstas las tareas de aspiración del combustible con medios tecnológicos más potentes. La Marina francesa ha previsto instalar un sistema de ultrasonidos para alejar de la marejada contaminante a los pájaros marinos, los más amenazados por el vertido.

Ayer, el ministro francés de Defensa, Alain Richard, afirmó que la prefectura de Brest (noroeste) podría recurrir al Ejército para intervenir en la crisis en caso de que el crudo vertido llegue a las costas.