La Iglesia denuncia la intimidación de Chávez para imponer su Constitución

La confrontación entre el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y los sectores opuestos a la nueva Constitución propuesta para su país, especialmente la Iglesia católica, se agudizaron horas antes de que los venezolanos expresen en referéndum si aceptan o no ese texto. El arzobispo de Coro, monseñor Roberto Luckert, respondió ayer a los fuertes ataques lanzados el domingo por Chávez contra el clero. El prelado aseguró que la "campaña del temor" del mandatario contra "cualquiera que manifiesta diferencias con su criterio" es sólo una muestra de lo que le espera al país con la aprobación de un texto que concentrará casi la totalidad del poder en la presidencia. Casi 11 millones de electores están citados mañana en las urnas para votar ese proyecto constitucional, y la mayoría lo hará a favor, según los sondeos."Si por opinar me llaman diablo y que me tienen que hacer un exorcismo, cómo será cuando tenga amplios poderes el presidente", se preguntó Luckert, en referencia a la eventual aprobación de la propuesta redactada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

El arzobispo aseguró que en la Venezuela del futuro los que disientan de Chávez "tendremos que escondernos o que callarnos, porque cuando habla él nadie puede disentir", y señaló que coincide con la opinión del obispo Rosalio Castillo Lara, ex gobernador de la Ciudad del Vaticano, en el sentido de que la nueva Constitución proclamaría una "dictadura constitucional". El gobernante venezolano, que preconiza un proceso de cambios profundos a partir de la entrada en vigor de la nueva Carta Magna, arreció el domingo, ya afónico, sus ataques contra la Iglesia católica y en varios actos públicos señaló que es necesario hacerles un exorcismo a Luckert y a los monseñores José Sánchez Porras y Baltazar Porras, directivos de la Conferencia Episcopal.