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Almunia expresa su "repugnancia" por el asesinato de los presuntos etarras

Anabel Díez

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, manifestó ayer su "repugnancia" ante los hechos "que acabaron con la vida de dos personas", en referencia a los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. El líder del PSOE eludió mostrar solidaridad con los inculpados argumentando que las "convicciones morales propias" no deben ser objeto de debate político, al tiempo que pidió a la Audiencia Nacional que haga justicia pronto para que sus deliberaciones no empañen la campaña electoral.Al líder del PSOE no se le preguntó su opinión sobre el caso Lasa-Zabala, sino por las manifestaciones que el domingo pasado hizo el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera, procesado en este caso, en las que decía sentirse "desamparado" por la dirección del PSOE. Tras la reunión de la Ejecutiva Federal, Almunia hizo una declaración sobre estos asuntos, sin nombres propios, y advirtió de que no dirá una palabra diferente mientras siga el juicio.

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"Coincido con la mayoría de la sociedad española al sentir repugnancia y el rechazo más profundo y total por los hechos que acabaron con la vida de dos personas", dijo. También se sintió cercano a la mayoría de la sociedad al pedir "que se haga justicia y que se deje hacer justicia". "Me atrevo a pedir al tribunal que haga pronto justicia porque no es bueno que [el juicio] se relacione con la campaña electoral", reclamó.

Convicciones morales

El tercer punto de su declaración sobre este caso fue para respetar la presunción de inocencia de los acusados. "Yo defiendo esa presunción, pero no impide que cada cual se forme sus propias convicciones morales, y esas convicciones que cada uno tengamos no deben ser objeto de debate, y desde luego, cuando haya sentencia espero que todos la acaten". Un nuevo requerimiento para que comentara las quejas de Rafael Vera no dio resultado. "No diré más", zanjó.

Quien sí volvió a expresar ayer su respaldo a los procesados fue Felipe González, quien en la presentación en Madrid de un libro del ex ministro socialista Jordi Solé Tura dijo: "Ellos ya saben que cuentan con mi solidaridad desde siempre".

Almunia sí se extendió sobre la situación en el País Vasco y en el resto de España tras el anuncio de ETA de suspender la tregua indefinida que había iniciado el 17 de septiembre de 1998. El líder del PSOE repartió críticas a todo el espectro político y reiteró su petición al presidente del Gobierno, José María Aznar, y al jefe del Ejecutivo vasco, Juan José Ibarretxe, para que los tres afronten la situación. En su opinión, hay una deriva hacia el radicalismo de todo el nacionalismo vasco que incluye al PNV y lo está llevando a posiciones alejadas de su habitual "espacio de moderación".

Tras destacar su "total desacuerdo" con el PNV, Almunia se dirigió al Gobierno central. "No se sabe dónde va y cuando dice algo lo hace con tintes truculentos. No hace nada. Hace diagnósticos sobre su preocupación, pero no toma iniciativas", criticó.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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