_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Lecciones de Nebrija MANUEL ALVAR

Ante un diccionario es posible que no hayamos meditado muchas veces. ¿Cómo es? ¿Por qué se hizo así? ¿Cuál fue su vida? Hoy poco nos hace pensar: lo tenemos desde nuestros años mozos, lo ajamos, lo sustituimos por un pequeño caudal y no pensamos más. Pero llegamos a él después de muchos azares: empecemos por el orden alfabético. ¿Desde cuándo existe? Estamos en el siglo XV. Mesa, puerta, hombre estaban en un principio y luego se copiaron en cada nueva compilación. ¿Pero los nombres de las bestezuelas y el de las hierbecillas del campo y el de los colores? Todo aquel mundo entrañable no estaba en los diccionarios. ¿Cómo allegarlo?Nebrija (1441-1522) quiso hacer de algún modo lo que nadie había hecho en nuestra lengua. Pero Nebrija era andaluz y no debió tener buena prensa en algunos cenáculos. Un castellano de tierras de Cuenca le diría que con sus hábitos empañaba la polideza de nuestra lengua. Nebrija tenía que hacer su diccionario, pero ¿de dónde sacar los nombres de seres insignificantes, de artilugios para hacer harina o para obtener el aceite o para preparar el vino? Todo aquello no tenía antecedente, pero, sin embargo, estaba en la contemplación de cada mañana tempranera o en el saber artesano de cada día. Nebrija pensó. Pensó en aquellos años de su niñez -nos lo dice desde el poso de sus recuerdos- que pasó en su "tierra debajo de bachilleres de gramática y lógica". ¿Qué le dirían sus maestros? Porque los maestros enseñan hasta cuando los alumnos ignoran.

El alumno se llamaba escuetamente Elio Antonio de Nebrija y -ahora- estaba componiendo un diccionario. Entonces pone amoradux o axedrea y no sabe seguir. En otro sitio escribe "mejorana, lo mismo que...". Creo que aquí está cuanto ignora la pedantería de los dómines. Nebrija quiso ampliar lo que los doctos no podían allegarle y buscó a la gente de su pueblo, pero, ¿amoradux y mejorana? Sí, los libros no podían darle lo que aún ignoraban.

Pero las gentes aquellas de su pueblo sabían muy bien los nombrecillos entrañables y hoy, 500 años después, hemos ido a Lebrija y a los pueblos que cercan a la villa y resulta que sí: que allí, justamente allí y en sus cercanías, almoradú, o como pronuncien, sigue siendo lo que en otros sitios de Andalucía es la mejorana o el tomillo salsero y el azofaifo es lo que en el oriente de la región se llama jinjolero y alhuzema es el espliego, o corcho son las colmenas, mientras llaman corcha a la corteza del alcornoque, o la matalahuga es el anís de otras partes, o el orusuz del maestro se llama también palodú o regaliz.

Es el cuento de nunca acabar. Han pasado 500 años y el sabio acertó: fue al pueblo, aprendió del pueblo y luego -lo que son las cosas- vino a enseñar a los doctos desde aquellos labios que temblaban en el bajo Guadalquivir. No, esto no es todo, pero ya sabemos el camino, y con nuestros pasos iremos también hablando.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_