El consulado español aconseja el regreso

"No es una represalia rusa, sino un acto de legítima defensa". Así define el cónsul general de España en Moscú, Melitón Cardona, la decisión adoptada por las autoridades rusas de suspender cualquier programa de estancia de niños de su país en España mientras no regresen los nueve muchachos retenidos en Asturias. Cardona advierte de los riesgos que comporta saltarse la legalidad, aunque sea con la mejor de las intenciones. "Si las familias asturianas desean adoptar a los niños, deberían permitir su retorno, ya que la ley de Rusia exige la presencia de los menores en su territorio para tramitar las adopciones", dijo.Los nueve matrimonios asturianos están dispuestos a adoptar a los niños, aunque en algunos casos no entraba en sus cálculos iniciales, pero piden que ese proceso se lleve a cabo sin necesidad de que los pequeños regresen a su país, como exige la legislación y las autoridades rusas. "Estos niños llevan aquí más de dos años, están acostumbrados a vivir en familia, a convivir con nuestros hijos, y no tiene sentido que vuelvan a un orfanato para esperar uno o dos años a que se culminen los trámites de adopción. No queremos que pasen por ese trauma. Y tampoco aceptamos que se tomen decisiones sobre ellos sin ni tan siquiera escuchar a los niños".

El pasado mes de septiembre, semanas después de haber vencido su permiso de estancia en España, los nueve chicos iniciaron el curso escolar en los centros docentes asturianos de sus localidades de residencia, y desde octubre comparten dos profesores de ruso sufragados por las familias para que los niños no olviden su idioma natal. Las familias que los acogen cursaron el 26 de septiembre en la comisaría de Oviedo la solicitud de renovación de los permisos de estancia concedidos por las autoridades españolas para seis de los niños. A los otros tres, la autorización española no les caduca hasta el próximo febrero.