Casa nueva

El concepto de casa está siempre presente cuando se hace referencia a la Royal Opera de Londres. No es el único lugar en que esto ocurre, pero sí el más vinculado a la tradición familiar. John Tooley acaba de sacar un libro sobre la historia de los 50 últimos años del coliseo británico con el título In house. Mary Allen ha publicado un diario de su estancia como directora ejecutiva entre septiembre de 1997 y marzo de 1998 bajo la denominación A house divided. En fin, el folletín de seis capítulos de la BBC con los dimes y diretes de la institución, que conmocionó al Reino Unido, llevaba por título precisamente The house.La casa ópera londinense ha puesto un especial acento en esta nueva etapa en los programas pedagógicos, con una gran variedad de actividades didácticas, tanto en ópera como en ballet, para colegios. Al Falstaff inicial le sucederá una ópera contemporánea inglesa, Gawain, de Birtwistle, una vez suspendidas las representaciones de El gran macabro, de Ligeti, procedente de Salzburgo, por razones técnicas, según las explicaciones oficiales. (Se enfatizaron en Falstaff las posibilidades técnicas del escenario, con cambios a la vista: uno de ellos, entre las dos primeras escenas, incluso fue aplaudido). De Salzburgo viene La clemencia de Tito, de Mozart, en el célebre montaje de los Hermann, con McGegan en el podio y Kasarova como Sesto. De Pesaro es el Otello de Rossini, con dirección de Pier Luigi Pizzi y la soprano Mariella Devia.

Mackerras dirigirá Romeo y Julieta, de Gounod, con la pareja feliz: Angela Georghiu y Roberto Alagna. Renée Fleming, Susan Graham, Christine Schäfer y Franz Hawlata están en el primer reparto de El caballero de la rosa, de Strauss. Se repone La Bohème, de Puccini, y Los maestros cantores, de Wagner, con Haitink y Wick. Con otro Wagner, El holandés errante, volverá Bryn Terfel a las tablas londinenses. Como despedida de la primera temporada se ofrece la estupenda La pasión griega, de Martinu, vista este verano en el Festival de Bregenz (Austria).