Los empresarios de Tarragona buscan 6.000 empleados en el resto de España y otros países

Falta mano de obra. Los sectores de la hostelería, la construcción o la siderometalurgia en Tarragona han cuantificado en 6.000 los trabajadores que se requerirán en los próximos dos años, una mano de obra inexistente en la provincia y que se tendrá que importar tanto del resto de España como de países exteriores a la Unión Europea. Esta carencia, que ya ha generado problemas a los empresarios tarraconenses durante este año, ha puesto en evidencia la disfunción que hay entre las necesidades del mercado laboral y la formación profesional. Tarragona se ha convertido en la provincia pionera al implantar el primer sistema de contratación de emigrantes, consensuado entre patronal, sindicatos y la Administración.

En los últimos cuatro años, el número de desempleados no ha dejado de caer en Tarragona. La existencia de un paro estructural o técnico en la provincia, que afecta al 5% de la población, se explica, según Raúl Navarro, delegado del Ministerio de Trabajo, por el ritmo expansivo de la economía de la provincia, por el factor Port Aventura y por el auge de la construcción. Ha sido precisamente este último sector el que indirectamente ha causado problemas en la hostelería, que, como en Girona, ha visto como su personal menos cualificado se ha pasado a la construcción, que ofrece mejores salarios y más días libres.Los vaivenes bursátiles y la bajada de los tipos de interés han abocado a los pequeños ahorradores al sector inmobiliario, explica Navarro, que cuestiona la creencia de que este auge constructor responda a la inminente implantación del euro y a la necesidad de hacer aflorar dinero negro. Según el presidente de la patronal de la construcción de Tarragona, Manel Niñerola, este año se han entregado en la provincia alrededor de 15.000 viviendas, cuando la cifra habitual se sitúa en 6.000. Hace tres años el sector tenía 16.000 trabajadores y en la actualidad este número es de 30.000. Pese a ello, continúa necesitándose mano de obra y, fundamentalmente, profesionales cualificados, oficiales de primera, encofradores y yeseros, que son difíciles de encontrar no ya en Tarragona o en Cataluña, sino en el resto de España.

Ha sido esta problemática la que ha forzado a la patronal y a la Administración de Tarragona, de forma pactada con los sindicatos, a adoptar una medida pionera que ya se aplica con éxito en otros países europeos. La semana pasada se constituyó la primera mesa tripartita (Administración, patronal y sindicatos) para atraer mano de obra, que pretende agilizar los trámites burocráticos para la contratación de trabajadores extranjeros.

La primera mesa fue la de la construcción, en enero se formalizará la de hostelería y seguidamente la del metal. Los empresarios fijarán sus peticiones, especificarán el perfil profesional de los operarios que necesiten y lo comunicarán a los departamentos de Trabajo, que en primer lugar localizarán los candidatos entre los parados españoles.

Gastos de alojamiento

El empresario deberá correr con los gastos del desplazamiento y de alojamiento del futuro trabajador, gasto que puede ser deducible del salario. El trabajador español no está obligado a aceptar el puesto. En caso de que no se encuentre suficiente personal, como se prevé que sucederá en determinadas profesiones -según el Ministerio de Trabajo, la demanda de encofradores o ferrallistas es elevada en toda España-, la petición empresarial se trasladará a la Dirección de Inmigraciones. Este organismo procederá a seleccionar personal a través de los ministerios de Trabajo de los diferentes países. El empresario, además, se podrá trasladar al país de origen del trabajador para comprobar la selección. Tanto la construcción, que prevé una falta de 3.000 operarios en dos años, como el metal, que la sitúa entre 1.000 y 1.500, prevén que los trabajadores que más se pueden ajustar a los parámetros de cualificación solicitada son los de los antiguos países del Este. En caso de que el empresario considere indispensable que el trabajador domine el castellano, la búsqueda se realizará en Latinoamérica.

La hostelería, según explicó el encargado de contratación de la comisión de Turismo de la Cámara de Comercio de Tarragona, Pere Solé, precisa básicamente personal de apoyo, que no requiere tanta cualificación, por lo que la contratación de personal (unos 2.000 trabajadores esta temporada) puede ser menos difícil. Aun así, Navarro considera que la presencia de turistas de los países que formaron la URSS exigirá empleados con dominio de lenguas eslavas.PASA A LA PÁGINA 4