El tabaco y la UE
En el artículo ¿Un pitillo? No, gracias, publicado en su periódico el 22 de noviembre pasado, Andrés Ortega arremete contra la campaña contra el tabaquismo propiciada por la Unión Europea. Aunque sus argumentos son genéricos y básicamente van en la línea de lo que deberían ser o no competencias de la misma, me parece que se equivoca al descalificar la campaña antitabáquica que da origen a su artículo, por varios motivos.El primero es que el tabaquismo es un problema de salud pública de primer orden en la Unión, y más aún en algunos países como España. Todo esfuerzo que se haga para disminuirlo irá necesariamente en favor de la salud de la población.
La salud pública como tarea de la UE se incluyó en el Tratado de Maastrich, y en el de Amsterdam se señala como una de las tareas de la UE "enfrentarse a los determinantes de salud a través de la promocíón de la salud y la prevención de enfermedades", por lo que parece evidente que este tipo de actuaciones, con mejores o peores razones, entra en el ámbito de competencias decidido pera la UE por los Estados miembros.
Tempoco parece lógico que se ataque las actividades de la UE con el argumento de que hay cosas que deberían hacerse y no se hacen, pues este tipo de razonamientos lleva siempre a situaciones paralizantes, ya que parece difícil lograr que todo lo que es razonable se consiga a la vez. Si apostamos por que la UE funcione, habrá que intentar avanzar en aspectos que, aunque sean parciales, vayan haciendo un camino común, además, como es el caso, para que la UE no se quede sólo en la "Europa de los mercaderes" y aborde también los problemas de los ciudadanos.- Miembro de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de .
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