Tecla Sala exhibe las fotografías de la efímera carrera de Francesca Woodman
Tiene todos los ingredientes para ser un mito. La fotógrafa Francesca Woodman (Denver, 1958-Nueva York, 1981) inició su trayectoria joven, a los 14 años. Vivió y trabajó intensamente y se suicidó a los 22 años. Sin embargo, estas pinceladas no añaden valor a sus obras. Sus trabajos, que hasta el 12 de marzo se exponen en la Sala Molí del centro cultural Tecla Sala de L"Hospitalet de Llobregat, valen por sí mismos sin necesidad de recurrir a la dramática biografía de su autora.
Las fotos de la exposición, concebida y producida por la Fundación Cartier de París, representan la práctica totalidad de la producción de la artista.Betty y George Woodman, una prestigiosa ceramista y un fotógrafo, pusieron el nombre de Francesca a su hija por la fascinación que sentían por Italia y su cultura. Fue en Italia, país al que la joven acudió con una beca, donde realizó sus dos únicas exposiciones individuales en vida. Se celebraron en 1978. En la exhibición de Tecla Sala pueden contemplarse las obras que se expusieron en estas exposiciones junto a diversa documentación de la artista. El legado de Francesca Woodman es administrado por sus padres, que estuvieron la pasada semana en la inauguración de la exhibición. "Cuando ella aún era pequeña visitamos el parque Güell de Barcelona, entonces todavía no realizaba fotografías, pero si las hubiera hecho, seguro que habría incorporado ese escenario tan mágico a su trabajo", comentó el padre.
Las fotografías de Francesca Woodman se basan principalmente en su cuerpo, del que sabía extraer diferentes propuestas estéticas, presentado en escenarios insólitos o decadentes. El ambiente de sus fotografías son viejos edificios deshabitados de paredes desconchadas que sugieren un universo plástico cercano al informalismo matérico. Asimismo, la obra de Woodman, por el componente mágico y de ensoñación de sus composiciones, ha situado también a la fotógrafa en un paisaje cercano al surrealismo.
Victoria Combalía, directora artística de Tecla Sala, explicó que su interés por la artista se despertó cuando vio una de sus obras en la Whitechapel de Londres: "Cuando supe que la Fundación Cartier organizaría una exposición sobre ella, quise que se vieran sus obras en Tecla Sala", dijo.
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