Delgado descarta dimitir aunque el Consejo sigue enfrentado al Ejecutivo

El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Javier Delgado Barrio, ha descartado presentar su dimisión debido al rechazo de sus propuestas para mejorar la justicia por parte del Gobierno, aunque el descontento con el Ejecutivo y el Parlamento se volverá a poner previsiblemente sobre la mesa en un próximo pleno fijado para el próximo 15 de diciembre.El CGPJ distribuyó ayer una nota de prensa según la cual, la intervención del presidente durante la sesión plenaria celebrada el miércoles en Valencia, "al hilo de las reflexiones efectuadas por algunos vocales, tuvo la finalidad de descartar toda renuncia".

Fuentes próximas a Delgado Barrio señalaron que durante el Pleno, el vicepresidente Luis López Guerra propuso una reacción institucional ante el abandono de las reivindicaciones de los jueces por parte del Gobierno.

Algunos vocales sugirieron entonces la posibilidad de dimitir o que todos presentasen en bloque su dimisión. Al hilo de estas reflexiones fue cuando, según fuentes próximas a Delgado, éste dijo que en su día "había estado reflexionando sobre ese asunto y sobre la eventualidad de presentar su dimisión, pero que había llegado a la conclusión de que no cabía". Sobre la dimisión en bloque de los vocales, Delgado dijo que no aceptaría renuncias. Después sugirió dejar las controversias con el Ejecutivo para un próximo pleno. Estas fuentes insistieron en que Delgado no planteó al Pleno su renuncia y en que el presidente, José María Aznar, no fue citado, aunque sí se habló de la ministra, Margarita Mariscal de Gante.

Frente a esta versión, otras fuentes consultadas por este periódico ratificaron que Delgado habría dejado una puerta abierta a la dimisión al indicar que "los vocales serían los primeros en conocer su decisión".

La nota del CGPJ también lamenta que se produzcan "filtraciones de las deliberaciones del Pleno" y añade que el presidente consideró que "merece absoluto respeto" la forma en que el Legislativo y el Ejecutivo "ejercen las atribuciones que constitucionalmente les corresponden en relación con las sugerencias del CGPJ".

Sin embargo, todas las versiones coinciden en la existencia de "un fuerte malestar y decepción" que comparten todos los vocales del CGPJ por el caso omiso que el Gobierno y el Parlamento han hecho de las sugerencias para desarrollar el Libro Blanco de la Justicia, y acabar con la denominada "desertización judicial", consistente en retrasar la edad de jubilación de los jueces a los 72 años y reducir a un año la formación en la Escuela Judicial. Dicho malestar se ha incrementado ante el rechazo del Gobierno a las reivindicaciones salariales de jueces y fiscales.

Críticas a Mariscal

Las asociaciones judiciales cerraron filas en torno a Delgado y responsabilizaron de toda la situación a la ministra de Justicia, Mariscal de Gante. José Luis Requero, portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura, calificó de "insólita" la falta de entendimiento entre el Gobierno y Delgado: "Es tremendamente triste que el ministerio suscite el enfrentamiento, e insólito que el presidente del Tribunal Supremo tenga que plantearse su renuncia por no recibir apoyo del presidente del Gobierno. Que todo un presidente del Supremo y del CGPJ se vea desairado por la ministra de Justicia es bastante grave", dijo.

Ricardo Bodas, portavoz de Jueces para la Democracia también responsabilizó directamente a Mariscal de Gante de la situación: "La política del ministerio lleva a vaciar de contenido, a despreciar de manera olímpica el papel del órgano de gobierno de los jueces y especialmente a su presidente", dijo Bodas. Añadió que Delgado ha buscado "todas las salidas y no le han dado ninguna".

El portavoz de la asociación centrista Francisco de Vitoria, José Luis González Armengol, criticó a Delgado por su "debilidad palmaria" y le pidió que "plante cara" al Ministerio de Justicia.