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Las confesiones de Kohl dejan al descubierto las fisuras de la CDU

La confesión del ex canciller federal Helmut Kohl ha sido el detonante de una incierta etapa que, además de ser penosa, podría ser también cara para la Unión Cristiana Democrática (CDU), el partido que vertebró el Gobierno federal de coalición durante 16 años (1982-1998). Distintos actores de la vida política mostraban ayer la voluntad de aclarar el escándalo de las cuentas paralelas de la CDU y sacar consecuencias, después de que Kohl admitiera haber administrado una caja negra al servicio de su propia visión del partido.El presidente del Bundestag (Parlamento federal), Wolfgang Thierse, advirtió ayer que el asunto podría tener más consecuencias legales de las que se han debatido hasta ahora y advirtió sobre una posible congelación de transferencias por valor de millones de marcos a la CDU. En sus primeras declaraciones sobre el asunto, el canciller Gerhard Schröder exhortó a la CDU "a poner todos los hechos sobre la mesa".

Tras haber reconocido sus errores, Kohl se marchó a la ciudad de Lübeck, donde, como si no hubiera pasado nada, participó en la campaña electoral del ex ministro de Defensa, Volker Rühe, máximo candidato de la CDU en los comicios que se celebran en febrero en Schleswig-Holstein. Con el escándalo se ha hecho manifiesta la fisura generacional de la CDU. Los políticos con ambiciones de futuro están interesados en pasar el mal trago cuanto antes y minimizar los daños. En una carta a los dirigentes regionales de la CDU, el presidente del partido, Wolfgang Schäuble, que a menudo ha actuado como un vínculo entre generaciones, aseguró que se procedería a una investigación rápida y sin reservas.

El caso que se investiga de momento es la entrega de un millón de marcos (85 millones de pesetas) al ex tesorero de la CDU por un comerciante de armas en 1991 [El comerciante, Karlheinz Schreiber, asegura, en una entrevista que publica hoy el diario Die Welt, haber tenido contactos con numerosos políticos de la CDU, entre ellos Helmut Kohl y Wolfgang Schaeuble, entre otros, informa EFE]. Ese dinero habría sido la recompensa a la CDU por el permiso gubernamental para exportar tanques a Arabia Saudí.

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