Michael Apted convierte en drama la acción del último James Bond
El drama pisa por primera vez los talones del cínico 007. En El mundo nunca es suficiente, última entrega de la famosa serie, que se estrena mañana en España, James Bond corre tanto como sufre. "Me contrataron para introducir cambios y eso he hecho", señala Michael Apted, director de la película, que ayer presentó en Madrid el filme junto a una de las nuevas chicas Bond, Denise Richards. La espectacular actriz señaló que Bond le gustaba a sus padres, a ella no.
El mundo nunca es suficiente arranca en las oficinas bilbaínas de un banco suizo, enfrente del Museo Guggenheim. No se trata de la única escena rodada en España, aunque sí es la única reconocible: Las Bárdenas, cerca de Tudela, aparecen como Kazajistán, y Los Callejones, en Cuenca, como una planta pretolífera del Cáucaso. "Rodar en España es muy fácil, los equipos son muy profesionales. Cuando descartamos rodar en Turquía tras la detención de Ocalan y las amenazas a los turistas de los terroristas, España fue la solución más rápida y efectiva", explica Michael Apted, para quien dirigir una película Bond es lo más parecido a ser "general en un campo de batalla".El director británico asegura que en el nuevo Bond (vigésimo de la serie y tercero que interpreta Pierce Brosnan) las mujeres han dejado de ser "un florero" para convertirse en "el centro de la acción". "El mercado pedía este cambio", añade. Elektra King, interpretada por la francesa Sophie Marceau, tiene casi tanto protagonismo como el propio 007. "Pierce Brosnan quería darle riqueza al personaje. Y si eso era así, evidentemente no se podía complicar sólo su papel".
Un viejo amigo
"James Bond siempre tendrá limitaciones", continúa el director, "no se puede contar nunca nada de su pasado, su vida siempre debe ser un misterio y jamás podrá aparecer como un superhéroe sudoroso a lo Bruce Willis. Él siempre está impoluto. Bond es un viejo amigo que todo el mundo conoce. Yo crecí con Sean Connery, mi hijo lo hizo con Roger Moore y mi nieto con Pierce Brosnan", continúa Apted, que para rodar esta nueva entrega no acudió al viejo material sobre 007, sino a las cuatro películas de acción de los últimos años que él considera mejores: Terminator II, La jungla de Cristal, Speed y El fugitivo.
Aunque las críticas a la película no han sido, al menos en Inglaterra, entusiastas (el Sunday Times la calificaba el pasado fin de semana como "la peor" de las tres que ha protagonizado Brosnan), Michael Apted asegura que este filme le ha vuelto a dar "crédito" en Hollywood. "Mis anteriores películas fueron muy mal en taquilla, y por eso me interesó tanto hacer este Bond; era una jugada que necesitaba cara a la industria", explica el director de Nell (con Jodie Foster), Al cruzar el límite (con Gene Hackman y Hugh Grant) y Gorilas en la niebla (con Sigourney Weaver).
Junto al director, la norteamericana Denise Richards ("quería que una de las tres chicas fuera norteamericana por una cuestión estética y comercial", dice el director) aseguró ayer que su interés por Bond fue nulo hasta que le ofrecieron el papel. Richards afirma que de las legendarias chicas Bond (con las que se ha fotografiado en un número reciente del Vanity Fair) su favorita es Ursula Andress, y que lo que más le gusta en la vida es "comprar".
La actriz, de 27 años, considerada despúes de su trabajo en Juegos salvajes una de las promesas de su país, añadió ayer que su chica Bond está a la altura de los tiempos: "Es lista, rápida y sabe desconectar una bomba".
A Richards le diviertiría ser siempre la chica mala: "Hacer de zorra es lo mejor porque así haces todo lo que siempre has soñado, y encima te pagan". La actriz dice que de pequeña se metían con su boca "de pez" y que fue un chicazo hasta que "un día todo cambió".
Babelia
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