La coalición italiana de centro-izquierda conserva los cinco escaños en juego
Arturo Parisi, de 59 años, candidato del centro-izquierda italiano al escaño de Bolonia, que estaba vacante desde la marcha del ex primer ministro Romano Prodi para presidir la Comisión Europea, logró anoche la victoria con el 48,9% de los votos frente a los 45,1% de su adversario del centro-derecha, Sante Tura, de 70 años, según los datos definitivos ofrecidos esta madrugada por el Ministerio de Interior.Este éxito -que compensa en parte la pérdida de la alcaldía de la ciudad roja por parte de los herederos del PCI- se vio acompañado por la victoria también en las otras cuatro circunscripciones en las que había escaños en juego en estas elecciones parciales. Aunque Bolonia era la más importante, el centro-izquierda que controla el Gobierno de Italia conserva también los de Florencia, Terni (Umbria), Pesaro (Las Marcas), y Potenza (Basilicata). La jornada se completaba con elecciones locales en Sicilia.
La participàción fue más baja que las elecciones de abril de 1996. En Bolonia se alcanzó el 64,7% frente al 92% de las generales. En las otras circunscripciones, el número de votantes fue, incluso, menor.
Parisi fue elegido candidato a ocupar el escaño que obtuvo Prodi en las elecciones generales de 1996 con un 60% de los votos, después de un largo tira y afloja en el seno de la mayoría de Gobierno. Los Demócratas, el partido fundado el año pasado por Prodi en el que Parisi es el número dos, se decidieron a dar la batalla de Bolonia en nombre del Gobierno sólo a cambio de las promesas del primer ministro, Massimo d"Alema, de iniciar un proceso de refundación del Olivo, la coalición con la que el centro-izquierda venció a la derecha italiana en 1996.
Los escaños de Florencia, Terni, Pesaro, y el de Potenza, que siguen en manos del centro-izquierda, permiten a la coalición de Gobierno mantenerse en los 333 diputados.
De esta forma, el Ejecutivo que preside Massimo D"Alema puede prescindir, si lo considera oportuno políticamente, de los 16 escaños que suman entre sí los cossiguianos, seguidores del ex jefe del Estado Francesco Cossiga, los republicanos y los diputados socialistas que siguen a Enrico Boselli.
Las tres fuerzas han mantenido una estrategia común en contra de la refundación del Olivo, por temor a quedarse fuera.
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