El auge comercial deja a Barcelona sin locales para abrir nuevas tiendas
No hay locales comerciales libres de calidad en las mejores zonas de Barcelona. La falta es tal que el pago del tradicional traspaso ha quedado en desuso y ahora las grandes cadenas comerciales que quieren abrir nuevos locales tienen que hacer pagos millonarios a repartir entre el arrendatario antiguo y el dueño del local.El eje comercial más buscado en Barcelona es la zona del Portal de l"Àngel y la calle de Portaferrisa, donde no hay rotación en la ocupación de locales porque todos los negocios van bien, según datos facilitados por la consultora inmobiliaria Aguirre Newman.
En el paseo de Gràcia, la segunda zona más solicitada, la rotación es sólo del 5%, lo que indica que en la práctica el movimiento también resulta casi nulo. En esas dos zonas lo normal es pagar por un local medio de unos 250 metros alrededor de 80 millones de pesetas.
Lo más habitual es que un 75% se lo embolse el antiguo inquilino a cambio de marcharse y el otro 25% sea para el propietario. Sin embargo, cada caso es distinto. Si el local es de renta antigua, la parte del comerciante que deja el local es mayor. En cambio, si el alquiler está a precio de mercado, el que tiene la fuerza es el propietario y puede aspirar a llevarse hasta la mitad del dinero pagado. Esto hace que las nuevas empresas apenas puedan realizar aperturas y sean los grandes grupos como Zara, Mango, Armani, o Yanko los únicos que puedan hacer frente a la fuerte inversión inicial que supone abrir una nueva tienda. La única compensación que encuentran los recién llegados son las rebajas en el contrato de alquiler, que pueden ser de hasta el 25%. Las razones de esta situación radican en la buena marcha del consumo en España, el bajo precio de los tipos de interés y la escasez de locales.
Precios triplicados
Rafael López Palacios, director de inversiones de Aguirre Newman, dice que los precios de los locales en propiedad se han doblado en tres años. Así, por ejemplo, si Max Mara pagó en 1996 un millón de pesetas el metro cuadrado en el paseo de Gràcia, ahora podría venderlo a más de dos millones. Por el contrario, los alquileres suben alrededor del 4% anual . Las previsiones señalan que los precios empezarán a bajar en la segunda mitad del 2000.
Entre las tiendas que buscan aperturas hay de dos tipos: las que desean una imagen de marca en las mejores zonas y las grandes cadenas de consumo, que prefieren calles más baratas pero con buena salida comercial como la de Sants o Gran de Gràcia.
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