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Ucrania ignora la presión de Occidente y pone en marcha Chernóbil

El reactor se conecta hoy a la red eléctrica

Ucrania ha vuelto a hacer oídos sordos a las presiones occidentales para que cierre definitivamente la central nuclear de Chernóbil, que registró en abril de 1986 el peor accidente de la historia de la energía atómica para usos pacíficos. El reactor número 3, único operativo de los cuatro que llegó a haber simultáneamente en funcionamiento, se puso en marcha a las 04.30 horas de ayer (hora peninsular española) a su capacidad mínima del 5%.Para las seis de la tarde de hoy está prevista la conexión a la red eléctrica de uno de los dos generadores de 500 megawatios. El domingo se alcanzará probablemente la potencia máxima de 1.000 megawatios. El momento no habría podido ser más oportuno, ya que Ucrania sufre una intensa ola de frío, nieve y vientos huracanados que han dejado sin luz y calefacción a más de 2.000 localidades de todo el país.

El reactor número 1 de Chernóbil dejó de producir energía en 1997, agotada su vida útil, aunque aún no se ha extraído todo su combustible nuclear. El número 2 no funciona desde que se produjo un incendio en octubre de 1991 que no afectó a su carga atómica, hoy ya retirada. El número 4 fue el que causó el desastre de 1986. En realidad, por tanto, cuando se habla de abrir o cerrar la central se trata más bien de parar o reactivar el reactor número 3, único capaz de seguir generando electricidad.

No más del 7% de la energía que se consume en Ucrania, república ex soviética centroeuropea de 50 millones de habitantes, procede de Chernóbil, pero el Gobierno sigue defendiendo a capa y espada la continuidad de la central a no ser que Occidente financie, con unos 270.000 millones de pesetas, la construcción de otros dos reactores, en Rivne y Jmelnitksi. De no ser así, el Gobierno no se considerará obligado a cumplir con el memorándum de intenciones suscrito en 1995 y que ponía la barrera del año 2000 como límite para la operatividad de Chernóbil.

Demonios dormidos

A poco más de un mes de cruzar esa simbólica frontera temporal, es ya evidente que seguirá funcionando en el 2000, al menos hasta la primavera, la central que simboliza los demonios dormidos en la utopía del "átomo limpio". El subdirector Vladímir Komarov declaraba recientemente a EL PAÍS en Chernóbil que el reactor número 3 es tan seguro como el que más y que, con las reparaciones oportunas, podría seguir produciendo energía eléctrica hasta el año 2011.El reactor se inauguró en 1981, y su vida prevista era de 20 años. Inicialmente, las paradas técnicas eran de unos 30 días por año. Ahora, sin embargo, está más tiempo en el dique seco que generando energía. Este año no empezó a funcionar hasta el 7 de marzo (tras haberse parado el 15 de diciembre anterior), y volvió a desconectarse de la red eléctrica el 1 de julio.

El canciller alemán, Gerhard Schroeder, intentó en vano el pasado julio convencer al presidente Leonid Kuchma de la necesidad de cerrar la central cuanto antes. Los verdes germanos, coligados con los socialdemócratas de Schroeder, se oponen, por cuestión de principios, a financiar centrales atómicas, de cuya existencia abominan.

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