Adam Michnik resalta la transición española al recibir el Premio Cerecedo

El príncipe Felipe entregó anoche al historiador y periodista polaco Adam Michnik, de 53 años, el Premio de Periodismo Francisco Cerecedo, que concede la Asociación de Periodistas Europeos. Adam Michnik ha sido uno de los disidentes más conocidos de su país desde que comenzó su actividad política, en los años sesenta, hasta 1989, cuando los acuerdos con el régimen comunista en la llamada Mesa Redonda abrieron el camino hacia la democracia. El periodista, que colabora con EL PAÍS, destacó la transición española a la democracia durante el acto de entrega del galardón.

Michnik, con una dosis de humor, expresó el asombro con que recibió la noticia del premio. Se refirió a la presencia en el acto del príncipe de Asturias y se preguntó: "¿Podía acaso soñar hace años que yo, un preso y disidente, contestatario y republicano, revolucionario y libertino, recibiría un premio español tan flamante de manos del futuro rey de España?"Explicó Michnik la fascinación que España ejerció sobre su generación de disidentes dentro del régimen de socialismo real imperante antes de la caída del comunismo. Según Michnik, la transición española sirvió de modelo a los polacos. "De la oposición aprendimos el sentido de Comisiones Obreras, el modelo de resistencia de los intelectuales y la evolución en el seno de la Iglesia católica. Observamos también cómo el poder español de entonces había sabido crear una corriente reformadora, capaz de llevar a cabo una apertura democrática y una política reformadora".

El príncipe Felipe aprovechó una referencia de Adam Michnik a Don Quijote como su personaje preferido, para decir: "Don Quijote no conocía el camino, pero conocía la meta. Las viejas naciones de Europa van haciendo hoy camino hacia la unión, extrayendo su determinación de las experiencias amargamente repetidas de la desunión, de las disputas, de las guerras y de la debilidad y la desdicha a las que nos arrastraron". Y don Felipe agregó que la lucha de Michnik "estuvo siempre en ese punto de polaco y europeo cabal. Añadir fe a los hechos establecidos puede ser fácil, pero poner la fe en aquello que todavía no es, como ocurrió a los españoles un día, como ocurrió a los polacos otro, exige decisión, valor y templanza, las virtudes que hoy queremos poner de relieve en Adam Michnik".

Carlos Luis Álvarez, presidente de la Asociación de Periodistas Europeos -la entidad que otorgó el premio- definió al galardonado como "un luchador por la libertad, un creador de ideas, que es mucho más que un ideólogo" y aseguró que se ha premiado "a un agitador de conciencias, como le gustaba decir a Unamuno, a un intelectual, a un periodista para quien la independencia respecto del poder y el dinero no es tanto un atributo derivado de su profesión, como un valor sustancial de su existencia".

El jurado que concedió el galardón en esta edición (hecho público a finales de julio) estuvo presidido por Álvaro Rodríguez Bereijo, ex presidente del Tribunal Constitucional, para quien "democracia, libertad, tolerancia, convivencia política libre, pacífica y plural" se conviertan en palabras cuyo significado "parece hoy desgastado, casi trivializado, por su empleo abusivo e impropio".

El Premio Francisco Cerecedo es otorgado cada año por la Asociación de Periodistas Europeos y está dotado con dos millones de pesetas. El fallo, decidido por unanimidad del jurado, destacó el periodismo "valeroso e inteligente" ejercido en circunstancias adversas y resaltó el compromiso del periodista y ensayista polaco con la reconciliación nacional.

Desde la caída del régimen comunist, Michnik dirige Gazeta Wyborcza, el diario con más tirada e influencia de la Europa central y oriental. Colabora en EL PAÍS y en otros medios de prestigio internacional.