Saavedra pide el traslado a Vitoria del único Juzgado de Vigilancia Penitenciaria
El presidente de la Audiencia de Álava cree que el volumen de trabajo justifica el cambio
El presidente de la Audiencia de Álava, Juan Saavedra, no asume que el único Juzgado de Vigilancia Penitenciaria vasco se encuentre en Bilbao. El mayor volumen de trabajo que alberga el órgano judicial alavés frente a los del resto de Euskadi en materia de recursos interpuestos por reclusos justifica, en su opinión, que esta instancia sea trasladada a la capital alavesa de inmediato.
Esta histórica demanda, impulsada hace varios años por el propio Tribunal Superior de Justicia vasco -en forma no de traslado, sino de creación de un segundo juzgado-, se había atenuado en los últimos años debido al descenso de presos en las prisiones vascas, que afecta especialmente a la cárcel de Nanclares de la Oca.Saavedra considera "razonable" el cambio a Vitoria del juzgado penitenciario: "La inmensa mayoría de los recursos que se generan vienen de Nanclares, y nos corresponden a nosotros". Asume que en los últimos años esta propuesta "no parece encontrarse en la agenda de nadie", pero valora su vigencia: "Aceleraría la tramitación de los recursos, ya que ahora arrastramos una carga burocrática y un retraso adicional por este motivo".
Reconoce, a pesar de todo, que se ha reducido el número de resoluciones del órgano vizcaíno recurridas que llegan a la Audiencia en un 40% durante los últimos años, habiendo pasado de 350 a las menos de 200 actuales por año. Sin embargo, entiende que el volumen de trabajo de la Audiencia de Vitoria en este terreno sigue siendo mucho más importante que el de sus homólogas en Vizcaya y Guipúzcoa.
Saavedra no está solo. Su opinión es compartida por el decano del Colegio de Abogados de Alava, José Vidal-Sucunza, quien consideraría beneficiosa para Vitoria la medida, mientras el titular del Juzgado de lo Penal 2 de Vitoria, José Miguel Martínez, recoge el sentimiento de muchos jueces más cuando critica que "el continuo trasiego de asuntos entre Bilbao y la capital alavesa" demora la tramitación.
La juez de Vigilancia Penitenciaria, Ruth Alonso, discrepa de Saavedra: "Ya no tenemos tantos expedientes como hace unos años cuando reclamamos un refuerzo y la situación era un auténtico caos". Alonso entiende que no es necesario crear más juzgados, pues en proporción al número de presos hay más quejas, "pero el volumen global se ha reducido". El año pasado la cifra de expedientes tramitados ascendió a 8.056, frente a los más de 12.000 de hace cinco años.
"Ahora tenemos trabajo, pero no tanto como para sacarlo fuera", indica, "El único problema es que se nos exigen mucha celeridad y unas resoluciones inmediatas".
Descenso de actividad
Los números evidencian que el único Juzgado de Vigilancia Penitenciaria vasco ha experimentado un descenso de asuntos en los últimos años. En lo que se refiere a demandas de libertad condicional, los expedientes tramitados en 1998 fueron 262, frente a los 315 de cinco años antes; las sanciones disciplinarias han pasado de 760 en 1993 a 507 el año pasado, y los trámites por beneficios penitenciarios han descendido desde los 3.821 del año 1993 a los 2.361 del año pasado. Sólo un parámetro ha crecido y es el que se refiere a expedientes por permisos de salida, una de las solicitudes más perentorias de los reclusos, que han pasado de 512 en el año 1993 a los actuales 1.333.En el año de referencia -1993- los centros penitenciarios vascos contaban con 1.400 presos frente a los 1.079 de los dos últimos años. Ruth Alonso cree que la entrada en vigor del nuevo Código Penal en 1995 marcó un descenso en el número de asuntos.
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