Más de 100.000 presos en las cárceles rusas están enfermos de tuberculosis

Más de 100.000 presos de las cárceles rusas -el 10% de los prisioneros- están enfermos de tuberculosis. Lo reconoció ayer el Ministerio de Justicia en Moscú al admitir que la situación representa un peligro no sólo para los otros presos de las superpobladas cárceles rusas, sino también para todos los habitantes del país e, incluso, por exagerado que parezca, para el resto del mundo.Cada año, unas 300.000 personas salen de las cárceles. De los puestos en libertad, el 10%, es decir, 30.000 personas, tienen tuberculosis activa y un tercio está aquejado de una forma resistente a las medicinas.

Estos datos suponen que unos 10.000 ex presos enfermos de tuberculosis resistente se une anualmente a la sociedad libre, amenazando con infectar entre 150.000 y 300.000 personas en Rusia o en el extranjero.

Esta última aseveración no es gratuita. Hay ejemplos sumamente significativos. Así, el pasado invierno, un ruso infectado con tuberculosis contagió a 13 pasajeros en un vuelo que iba de París a Nueva York, según datos en poder de la organización Médicos Sin Fronteras.

Los especialistas del Ministerio de Justicia señalaron ayer que, tomando en cuenta la gran difusión de la supertuberculosis, es decir, la resistente a las medicinas, que hay en las cárceles y la gran cantidad de presos -cerca de 1.100.000-, "Rusia se ha convertido en la principal fuente de divulgación en el mundo de esta enfermedad difícil de curar".