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Aznar pide a los socios de la UE que bajen su deuda a la mitad en 10 años

Pilar Bonet

El jefe del Gobierno español, José María Aznar, trató ayer de presentar una visión de futuro hasta el 2010 y propuso a los países miembros de la Unión Europea que, para esa fecha, se comprometan a reducir a la mitad su deuda pública, medida respecto al PIB. Aznar formuló esta iniciativa en el Congreso Bancario Europeo que se celebra en Francfort. El ministro de Hacienda alemán, Hans Eichel, consideró "una buena política" reducir el peso de la deuda pública, pero no apoyó objetivos concretos.

"Depende del punto de partida", dijo el ministro alemán ante la propuesta de Aznar. Reducir el peso de la deuda puede resultar fácil para unos países (Dinamarca, que no tiene deuda) y difícil para otros (como Bélgica e Italia), explicó, mientras una tercera categoría de países, como Francia, tienen estrategias combinadas para reducir paralelamente los impuestos.Aznar invitó a Europa a emular el modelo de éxito estadounidense, que, según dijo, produce "cierta envidia" en los europeos, y abogó por un proceso de reformas económicas con tres componentes; a saber, "nuevas tecnologías, estabilidad presupuestaria y apertura económica".

A la "receta española" pertenecen, según Aznar, "una cultura de estabilidad, el rigor presupuestario, la flexibilidad y la liberalización, la reforma fiscal y la reforma laboral". A la prensa internacional, la "receta española" le fue repartida en un informe gráfico con el título Spain: The new Economic Outlook (España, la nueva perspectiva económica).

Aznar reiteró que el euro "debe hablar con una sola voz en los foros económicos internacionales", tal como había dicho en una entrevista publicada la víspera por el periódico Handelsblatt. De lo que se trata, explicó, es de que el euro hable con una sola voz y que "esa voz sea la del presidente", dijo Aznar, que de nuevo volvió a poner como modelo de funcionamiento la Reserva Federal estadounidense y a su presidente, Alan Greenspan.

Una voz única

"Soy partidario del paso a paso y no me voy a plantear una voz única en otros foros, cuando todavía tenemos pendiente la voz del euro en el G-7", dijo.El presidente del BCE, Wim Duisenberg, que tomó la palabra antes de Aznar, defendió ayer la estrategia "compleja" elegida por su institución para guiar los mercados financieros. Duisenberg arremetió contra las críticas de "los analistas de mercado, que preferirían que el sistema del euro tuviera una estrategia muy simple, en la cual las tasas de interés se alterasen de forma casi automática en respuesta a varias (o incluso una sola) variables perceptibles".

El Consejo del BCE basa su política monetaria en dos pilares, uno de los cuales es la masa monetaria en circulación (M3) y otro es una estimación sobre cómo evolucionarán los precios. "Algunos preferirían una orientación monetaria, otros una orientación hacia la inflación", señaló Duisenberg.

"Admito que nuestra estrategia es compleja, pero tenemos que reconocer que vivimos en un mundo económico bastante complejo y que hay incertidumbres relacionadas con el mismo paso al nuevo régimen de la Unión Monetaria en la zona del euro", afirmó.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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