La obra ha sido denunciada seis veces por los vecinos

Los vecinos de las calles de Guzmán el Bueno y Meléndez Valdés afimaron anoche que han denunciado al menos seis veces la obra ante la Junta Municipal de Moncloa. La primera constructora que emprendió la reforma puso un andamio encima de la terraza del número 36 de Meléndez Valdes. La estructura no estaba bien sujeta, según los vecinos. Un día tuvieron que avisar a los bomberos porque el andamiaje se soltó. Fue la primera denuncia. Los mismos vecinos demandaron a la misma constructora porque les taparon la vistas que tenía la terraza.

Otras dos denuncias han sido formuladas por los vecinos de la calle de Guzmán el Bueno contra la segunda constructora que acometió la obra, ya que el bloque les había tapado la salida de humos, y por el exceso de altura del edificio. Varios comerciantes también reclamaron contra la constructora porque invadió la acera y la calle durante las tareas.

La última demanda planteada contra el bloque fue presentada por vecinos de un inmueble cercano que consideraban que la edificación se excedía en altura. Su reclamación ha prosperado ya que la empresa constructora ha tenido que derribar la última planta edificada.

Los vecinos calificaron la obra denunciada como una "auténtica chapuza sometida a un constante vaivén". "Primero levantaron tres alturas y respetaron la fachada del palacete y luego se la cargaron a lo bestia", explicó José de Andrés, residente en la calle de Guzmán el Bueno. "Un año más tarde", prosigue, "deciden levantar más pisos y al año siguiente paran la obra por exceso de edificación. Luego lo coge otra constructora y le vuelven a parar la obra y ahora la toma otra y no vende ni un piso", que se anuncian como "apartamentos de lujo".