Los donantes en Kosovo recaudan dinero para cubrir este año y el 2000

El alto representante de la Administración de la ONU en Kosovo, Bernard Kouchner, podrá pagar los cuatro meses de salarios atrasados a los contratados locales y afrontar el año próximo con dinero suficiente. Así tradujo uno de sus colaboradores el resultado de la segunda Conferencia de Donantes concluida ayer. Representantes de 47 países y de 34 organizaciones internacionales llenaron el cepillo con otros 1.100 millones (177.000 millones de pesetas) de dólares, necesarios para cubrir las necesidades hasta finales del año próximo.Una cosa es lo que se anuncia y otra lo que se desembolsa. La primera Conferencia de Donantes, celebrada el 28 de julio, prometió 2.200 millones de dólares, comprometió 1.700 millones y desembolsó 921 millones. Esa diferencia entre lo sonante y lo contante ha estrangulado a la Unmik (Misión de las Naciones Unidas en Kosovo), que lleva retrasos de varios meses en el abono de los "estipendios" (ni siquiera sueldos) a los jueces, aduaneros, policías y otros funcionarios locales contratados en Kosovo. La mayor parte de lo prometido entonces se ha destinado a la ayuda humanitaria, que ha consumido ya 1.600 millones de dólares.

A las cantidades de julio se les sumó ayer otra de 1.100 millones de dólares para acabar el ejercicio 2000. "Hemos obtenido más de lo que esperábamos", aseguró el portavoz de la Unmik. De ese total, la mitad (500 millones de euros) la aportará la Comisión Europea y saldrá del presupuesto, aunque todavía no se sabe cómo, porque no figura en el proyecto. Los europeos son los primeros donantes -a la de Bruselas se suman las aportaciones de los Gobiernos-, pero no se ofreció el desglose del esfuerzo. La suma se destinará en su mayor parte a ayuda humanitaria y desarrollo económico, así como a mantener el presupuesto de Kosovo (que consume 86 millones de marcos alemanes este año, unos 7.500 millones de pesetas, y otros 88 millones el año próximo).

En cuanto se instalen las primeras entidades, las agencias de la ONU, las ONG y los operadores comerciales no necesitarán ya transportar los billetes en maletas, como hacen actualmente.