Nueva York expone por primera vez juntos seis de sus 'velázquez'
Nueva York celebra el 400º aniversario del nacimiento de Velázquez con un hecho inusual. Por primera vez se han reunido en un mismo edificio seis obras del pintor sevillano, que normalmente están dispersas en tres lugares diferentes de la ciudad. La exposición, que fue inaugurada en la noche de ayer por los duques de Lugo, se exhibe hasta el 16 de enero en el soberbio palacete frente a Central Park que alberga la colección de Henry Clay Frick, un magnate del siglo pasado que gastó millones de dólares en adquirir tesoros artísticos de Europa, entre ellos dos de los seis retratos de la muestra Velázquez en los museos de Nueva York.La última vez que estuvieron juntos los cuadros del Cardenal Pamfili y del sirviente de Velázquez Juan de Pareja fue hace 350 años en el estudio que el pintor ocupó en Roma durante un viaje que hizo a Italia entre 1649 y 1651 para adquirir pinturas y esculturas con destino al Alcázar real. Se cree que los cuadros nunca volvieron a coincidir hasta ayer, que fueron colgados en una habitación oval del palacio Frick uno enfrente del otro.
Juan de Pareja pertenece al Metropolitan de Nueva York y es "uno de los retratos de Velázquez más admirados", según Jonathan Brown, uno de los comisarios de la exposición y especialista en la obra del pintor sevillano. Camillo Astalli, cardenal Pamfili es propiedad de la Hispanic Society, una institución que fundó en 1904 el filántropo Archer Milton Huntington, heredero de unas de las mayores fortunas de América y profundo amante de la cultura española.
La Hispanic Society
Pero si Juan de Pareja y Camillo Astalli no se han visto antes, a pesar de residir en la misma ciudad, es por el celo con el que la Hispanic Society ha guardado desde siempre sus obras: nunca hasta ahora había prestado sus lienzos. La Hispanic Society pretende con este nuevo rumbo salir del anonimato que la envuelve a pesar de los tesoros que alberga, entre ellos una extraordinaria biblioteca con casi 300.000 libros, 15.000 de ellos impresos antes de 1700.La Hispanic también ha prestado a la muestra el cuadro del conde-duque de Olivares que Velázquez pintó al inicio de su carrera y el retrato de una niña, que para Brown es "el más encantador" de los retratos no oficiales que hizo el artista.
La exposición se celebra en el Frick porque el único velázquez que posee esta institución, un retrato de Felipe IV de 1644, el último que le hizo el pintor, no puede salir del palacete del magnate, según lo estableció en su testamento. "Es muy interesante tener en la misma sala los retratos del conde-duque y de Felipe IV porque median entre ellos 20 años y es muy fácil apreciar la evolución del artista", explica Brown.
El último cuadro de la exposición es María Teresa, infanta de España, propiedad del Metropolitan, que también posee un velázquez más, La cena de Emaús, que no ha podido sumar a la muestra porque es una de las obras que nunca pueden dejar el museo.
Babelia
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