Moscú acusa a Estados Unidos de explotar la guerra en Chechenia para debilitar a Rusia
El mariscal Ígor Serguéyev, ministro de Defensa ruso, acusó ayer a EEUU de querer expulsar a Rusia tanto del Cáucaso como de Asia central. Durante una reunión de la cúpula militar rusa, Serguéyev afirmó que Washington está interesado en que continúe la guerra en Chechenia para mantener "las brasas de un conflicto militar" que debilite al Kremlin. Las críticas a EE UU fueron virulentas y demuestran que las tensiones entre ambos países van en aumento. Los presidentes de ambos países, Borís Yeltsin y Bill Clinton, tendrán ocasión la próxima semana en Estambul de limarlas. Se verán allí durante la cumbre de la OSCE.
Serguéyev denunció que Estados Unidos "apuesta por el uso de la fuerza, el desprecio por las normas básicas del derecho internacional, el dictado y la arbitrariedad". El mariscal ruso repitió las justificaciones que desde el comienzo de la operación militar viene esgrimiendo el Kremlin, a saber, que de lo que se trata es de "acabar de una vez por todas con el terrorismo". "Sobre todo, si se tiene en cuenta que somos una potencia nuclear", señaló. Para los militares y políticos rusos, los "terroristas" son también los partidarios de la independencia de Chechenia.El ministro de Defensa ruso opinó que el hecho de que en el Cáucaso del Norte permanentemente "ardan las brasas de un conflicto militar controlado" responde "a los intereses nacionales de EE UU", ya que ello debilita a Rusia. Pero, según Serguéyev, Washington debería comprender que si la operación militar en Chechenia fracasa "se producirá una explosión de extremismo islámico", lo que no le conviene.
Al mismo tiempo, el mariscal opinó que si Rusia tiene éxito "en el Cáucaso del Norte y en el espacio postsoviético crecerá su prestigio internacional", lo que "es inaceptable para EEUU", que basa su "nueva doctrina" en el "uso de la fuerza", como quedó demostrado durante las operaciones de la OTAN en Yugoslavia.
"Se trata de un desafío a Rusia, dirigido a debilitar su posición y expulsarla del Caspio, el Cáucaso y el Asia central", declaró Serguéyev ante los altos oficiales de las Fuerzas Armadas. A esta reunión de la cúpula militar también asistió el primer ministro, Vladímir Putin.
Los militares rusos están sumamente molestos con los estadounidenses, ya que opinan que éstos desean poner de rodillas a Rusia y relegarla a la categoría de potencia de segunda o tercera clase.
La ampliación de la OTAN hacia el Este es vista en Moscú como una amenaza directa a su seguridad nacional, y los militares rusos han vivido como una humillación el hecho de no haber podido impedir que países que fueron miembros del Pacto de Varsovia y aliados de Moscú en la época soviética hayan sido admitidos en la Alianza.
A ello se agregó después la operación de la OTAN en Kosovo y los bombardeos contra Serbia, a los que Rusia se oponía categóricamente. A consecuencia de éstos, el Kremlin congeló toda colaboración militar con la OTAN, lo que fue confirmado esta semana por la negativa de Anatoli Kvashnín, jefe del Estado Mayor General, de asistir a una reunión con sus colegas de la Alianza en Bruselas.
Por si esto fuera poco, los planes de EE UU de crear un escudo antimisil ha sido recibido de uñas en Moscú. De nada han servido las aseveraciones norteamericanas de que ese programa de defensa no va dirigido contra Rusia sino contra las amenazas potenciales de países extremistas como Corea del Norte, Irak o Irán.
Los militares rusos y el Kremlin consideran que si EEUU se sale del tratado de defensa antimisil ABM, firmado en 1972, se rompe todo el sistema de contención y de desarme nuclear, y amenazan responder con un rearme atómico. Ahora Moscú piensa que las críticas que hace EE UU a la operación militar en Chechenia no son objetivas, sino que con ellas desean impedir que Rusia logre estabilizar la situación en el Cáucaso del Norte.
Debilitar Moscú
"La hipótesis de una guerra permanente en el Cáucaso responde a los intereses nacionales de EEUU, ya que en ese caso Rusia se vería obligada a utilizar grandes medios para contener el conflicto, lo que la debilitaría", subrayó Serguéyev.
Putin, mientras tanto, prometió conseguir más dinero para financiar a los militares. "Tomaremos medidas concretas para movilizar todos los recursos posibles con el fin de hacer más poderosas y eficaces a las Fuerzas Armadas, de manera que puedan cumplir las tareas que les impone el Estado", declaró el primer ministro al salir de la reunión con los altos oficiales.
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