Bruselas no negociará la pesca por separado en Seattle como pide España

El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, desestimó ayer los dos reclamos más importantes de España de cara a la posición negociadora que la UE adoptará en la próxima cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC). La pesca será un sector más dentro de las negociaciones sobre los aranceles no agrícolas y la protección de las denominaciones de origen no será una batalla especial. Sí será ofensiva y prioritaria, pero en el marco de la propiedad intelectual.

Las discrepancias entre la posición española y la de la UE frente a la nueva ronda de negociaciones en la OMC son muy pocas y de escasa polémica, salvo en dos puntos. Y justo sobre ellos, Lamy no pudo ser más claro ayer, durante una videoconferencia entre Bruselas y Madrid. Uno lo negó rotundamente, y el otro lo matizó hasta el extremo.En la cumbre de Seattle, que comienza el próximo 30 de noviembre, se negociarán, entre otros temas, los aranceles no agrícolas. En este punto, Bruselas ha propuesto una negociación global y completa de todos los sectores y una iniciativa que consiste en la eliminación inmediata de estos aranceles para los 48 países menos desarrollados del mundo. El jueves pasado, la secretaria española de Comercio, Elena Pisonero, había adelantado que España apoyaba el enfoque global de las negociaciones, pero que era contraria a considerar la pesca como un sector más, por lo que la UE debía comprometerse a negociarlo por separado, teniendo en cuenta su especificidad.

Lamy respondió que, en efecto, la pesca como "recurso natural" (periodos de reproducción, escasez de especies, etc.) debe ser tratado según los acuerdos ya existentes, pero como sector comercial; no habrá una negociación "compartimentada".

En cuanto a la protección de las denominaciones de origen, España exige una posición más ofensiva de la UE y una mejora de la misma en el marco de los acuerdos de propiedad intelectual de la OMC. Lamy arrancó asegurando que la defensa de las denominaciones de origen será una prioridad para Bruselas, pero inmediatamente añadió que esa defensa se hará desde el punto de vista de la propiedad intelectual. Es decir, no habrá una ofensiva especial en este tema. Por último, Lamy selló el asunto explicando que la UE era partidaria de acuerdos bilaterales para solucionar estos conflictos.