Cultura busca patrocinio para comprar las obras robadas en Banyoles

El Departamento de Cultura de la Generalitat está negociando un patrocinio privado para pagar la compra de las figuras góticas del siglo XII que fueron robadas en 1980 de la arqueta de Sant Martirià, del monasterio de Banyoles, por Erik el Belga y que ahora son propiedad de una coleccionista holandesa. El director general de Patrimonio Cultural, Marc Mayer, explicó ayer que lleva semanas trabajando en este asunto, en conversaciones con varios interlocutores, y ha recordado: "Teóricamente, la recuperación de obras de arte expoliadas no la puede hacer la Generalitat, sino que debe hacerse a través del Ministerio de Educación y Cultura".Mayer ha destacado la urgencia de que vuelvan a su sitio las figuras expoliadas, que son de plata repujada, y ha recordado que se está en trámites con la actual propietaria de las piezas, "que parece que es propietaria de buena fe porque las compró sin saber que eran robadas" por un precio de 26.000 francos belgas (unas 107.000 pesetas).

El director general ha apuntado que en estos casos la legislación impone la compra y de ninguna manera la confiscación y el retorno. Mayer ha afirmado que no tienen ninguna duda de que las figuras "deben ir a su emplazamiento original", aunque ha reconocido que "nadie viene diciendo que quiere comprar el arca de Sant Martirià para devolverla a Banyoles".