Holanda prueba un método de desintoxicación bajo anestesia

Cuatro centros holandeses de atención a drogadictos han comenzado un experimento a gran escala para comprobar la eficacia de un método de desintoxicación consistente en administrar bajo anestesia altas dosis de un medicamento llamado naltrexona. El Ministerio de Sanidad, que subvenciona la prueba, quiere comprobar si el método, utilizado ya en otros países, como Italia, da tan buenos resultados como aseguran algunos de los equipos médicos que lo han utilizado.

Según los especialistas que participan en la investigación, la naltrexona bloquea los efectos que la heroína produce en el cerebro. El medicamento, que comienza a actuar tan sólo unos instantes después de ser administrado, trae consigo los efectos típicos del síndrome de abstinencia: fuertes calambres en el estómago, gran sudoración y una sensación de malestar generalizado. La anestesia total a la que se somete al adicto evita que sufra las molestias del mono."La inconsciencia dura aproximadamente cuatro horas, la fase más difícil de soportar porque es en la que se producen con más intensidad los dolores", ha explicado Roel Kersemakers, de la clínica Jellinek de Amsterdam, que participa en el experimento.

Los centros, situados en diferentes ciudades del país, han seleccionado un total de 320 adictos que serán divididos en dos grupos. Durante medio año, la mitad de los participantes recibirán naltrexona bajo los efectos de anestesia, y el segundo, únicamente la medicación y un continuo seguimiento médico para calmar los dolores y minimizar las molestias del síndrome de abstinencia.

"Queremos averiguar si la utilización de un método tan radical como la anestesia mejora realmente los resultados, o si es suficiente únicamente con la administración de la naltrexona", ha explicado Kersemakers. Los pacientes son trasladados a un hospital para ser narcotizados, pero son dados de alta inmediatamente y trasladados al centro de atención donde permanecen los primeros días.

El método es uno de los más rápidos que se han probado hasta ahora para la desintoxicación, pero precisa un estricto seguimiento para eliminar la adición psíquica y evitar las recaídas. Tras el primer tratamiento con anestesia, el adicto tiene que seguir tomando durante algunos meses la medicación. Mientras continúa ingiriendo naltrexona, administrada en forma de pastilla, se bloquea la llegada de la heroína al cerebro y el adicto no experimenta ninguno de los efectos habituales de relajación, placer o sensación de mejora de su estado físico. Poco a poco la ansiedad y la necesidad de consumo de droga va desapareciendo.

Antes de emprender este ensayo ya se habían realizado en Holanda algunas experimentaciones sobre el tratamiento que arrojaron muy buenos resultados. En uno de los centros, 11 de los 15 adictos que participaron en el programa experimental no habían vuelto a consumir ningún tipo de droga tres meses después. En otro estudio realizado con naltrexona, con apoyo psicológico pero sin anestesia, tres cuartas partes de los 25 participantes resultaron desintoxicados.