El consejo regulador y una empresa privada se enfrentan por la marca "Cítricos valencianos"
La propiedad de la marca Cítricos valencianos está en manos de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). La sociedad agraria de transformación Cítricos Valencianos, propiedad de la familia Cañamás, con sede en Oliva, registró su nombre como marca antes de que el consejo regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) lo hiciese. La empresa y el presidente de la IGP, Enrique Blasco, negocian, "con buena predisposición", según todos los implicados, la solución a un conflicto en el que ambas partes esgrimen un "derecho adquirido" a usar la marca.
El conflicto entre los hermanos Cañamás, que tienen constituida una sociedad agraria de transformación denominada Cítricos Valencianos, y el consejo regulador de la IGP Cítricos valencianos, se inició antes del verano, cuando la firma de Oliva registró como marca ante la OEPM su nombre de empresa. Según explicó ayer a este periódico Jorge Cañamás, uno de los propietarios, la empresa pretende no perder lo que considera "derechos adquiridos", por lo que ha registrado Cítricos valencianos como una marca de la empresa con el mismo nombre.El consejo regulador se opuso -dentro del plazo que marca la ley- al reconocimiento de la marca cuando tuvo conocimiento de la solicitud de Cañamás ante la OEPM. En estos momentos se está a la espera de la resolución. El consejo defiende que en el momento en que la empresa de los Cañamás hizo su solicitud a la oficina de marcas ellos ya contaban con el reconocimiento de la Consejería de Agricultura, que les reconocía la creación provisional de la IGP. Después, el consejo solicitó la inscripción de la marca a la oficina de marcas de Alicante, la OAMI, que supone el reconocimiento en toda la UE.
Según José Guillem, director del Instituto de Calidad Agroalimentaria -del que dependen las marcas de calidad-, el representantes de la familia Cañamás y el presidente del consejo regulador, Enrique Blasco, negocian una salida al conflicto. La empresa propone una cesión, con la posibilidad de poder seguir usando la denominación como una submarca, mientras que el consejo quiere que quede en su propiedad.
Otra empresa de Gandia también ha pedido la inscripción de las marcas Cítricos de Valencia y Naranjas de Valencia en la OEPM (en este caso después de la inscripción de la IGP en la OAMI) lo que también ha recurrido por el consejo regulador.
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