Un museo vivo

El casco histórico de Alcoy está plagado de huellas que en el último cuarto del siglo XIX marcaron los diferentes modos de vida entre la burguesía y el proletariado. El perímetro interior que alberga la antigua urbe de Alcoy constituye para Manuel Cerdá, historiador de la universidad de Valencia, "un museo vivo sobre el proceso de industrialización en el País Valenciano y el Estado Español". Cerdá es el autor del proyecto museístico ideado por el Club d"Amics de la Unesco d"Alcoi, que a lo largo de este mes se presentará en sociedad. La iniciativa toma como eje la declaración del casco histórico de Alcoy como Conjunto Histórico-Artístico, en 1983, y por tanto Bien de Interés Cultural (BIC).El proyecto, en cuya ejecución han trabajado un equipo de doce especialistas dirigidos por Manuel Cerdá, plantea un seguimiento urbano de las revueltas obreras de finales del siglo XIX, a través de la visita de unos 120 puntos de interés dispersos por el casco histórico de la ciudad que constituyen el recorrido principal.

Una segunda ruta alternativa estaría formada por los antiguos ensanches, hoy integrados en el casco urbano. Allí figuran las grandes fábricas textiles que encabezan las naves de Ferrandiz y Carbonell, en la actualidad reconvertidas en aularios de la Universidad Politécnica de Valencia.

"En peor estado de conservación se encuentran las cuencas de los ríos Molinar y Barxell, algo alejadas del centro urbano y que servirían para otras dos rutas alternativas", añade el autor del proyecto. Allí se asentaron los primeros polígonos industriales, las partidas de tintes y antiguos molinos que constituyen el conjunto histórico "más singular". El mal que acecha a estas antiguas naves por el paso del tiempo es el mismo que ha hecho desaparecer parte de las viviendas obreras del siglo pasado. "La puesta en marcha del proyecto museístico frenaría la degradación del casco histórico y el paulatino derrumbe de algunos de los edificios emblemáticos", asegura Cerdá.

El autor del proyecto puso el acento en la escasa inversión que sería necesaria para poner en marcha este museo vivo. A largo plazo, el proyecto recoge la creación de un museo tradicional, cerrado, que recoja la historia de la ciudad desde los inicios de la industrialización hasta la década de 1960. La puesta en marcha de este centro se concretaría tras la constitución de una fundación que provea de fondos al proyecto museístico. "Es importante que se ponga en marcha lo más pronto posible para que se impliquen el Ayuntamiento de Alcoy, empresarios, sindicatos y entidades bancarias, y que determinen que cantidad estarían dispuestos a invertir". Para sensibilizar a la población, el Club d"Amics de la Unesco ha organizado a lo largo de este mes una exposición fotográfica sobre el patrimonio de la sociedad industrial, la conmemoración del 25 aniversario de la publicación del libro Industrialització al País Valenciá, conferencias y una excursión guiada por los recorridos propuestos. "En ningún otro sitio puede llevarse a cabo una iniciativa de este tipo", asegura el presidente del organismo, Josep Fuster.