La UE, "dispuesta" a que el protocolo de Kioto obligue en el 2002

"La Unión Europea está deseosa y dispuesta a que el protocolo de Kioto entre en vigor en el plazo de la conferencia Río+10 ", afirmó ayer, en nombre de la UE, la ministra finlandesa de Medio Ambiente, Satu Hassi, en la cumbre de Naciones Unidas de Bonn sobre el cambio climático.

Es una declaración "fuerte y positiva", comentó poco después el representante de Greenpeace. Este plazo de tres años se ha convertido en el tema estrella, sobre el que giraron ayer los discursos de los países protagonistas de las negociaciones, incluidos EEUU y Japón, y de las ONG defensoras del medio ambiente. También Isabel Tocino, ministra de Medio Ambiente, como jefa de la delegación española apoyó ayer el plazo. La ministra finlandesa puntualizó que dentro de un año, en la próxima conferencia, deben adoptarse las normas para que el protocolo de Kioto, que establece la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sea ratificable.La discusión de esas normas del protocolo (que fija una reducción de los países desarrollados en un 5,2%) es el objetivo de la reunión de Bonn, para que sean aprobadas en la próxima cumbre, según explica un miembro de la delegación española, Íñigo Ascasibar, técnico del Ministerio de Medio Ambiente.

EEUU no lanzó una declaración de intenciones tan espectacular como la europea, pero hizo mención del asunto. "El objetivo del 2002 es muy ambicioso, lo importante es alcanzar la ratificación lo antes posible e incluyendo a todos. Si logramos que la próxima conferencia de las partes sea un éxito, la ratificación se desprenderá de ese éxito", afirmó el Subsecretario de Estado para Asuntos Globales, Frank E.Loy. Claro que dejó claras sus condiciones: "Que los acuerdos sean aceptables desde el punto de vista coste/beneficios y que los países en desarrollo, sobre todo países clave cuyas emisiones de gases de efecto invernadero aumentarán extraordinariamente en los próximos años, participen en el esfuerzo de luchar contra el cambio climático".

También Japón declaró ayer: "El protocolo tiene que entrar en vigor en el 2002 como muy tarde".

Tocino, en la misma tónica, afirmó: "El Gobierno español confía y desea que esta conferencia no sea de mera transición y sirva, por el contrario, para intensificar las negociaciones con el objetivo de que en el año 2002 pueda entrar en vigor el Protocolo de Kioto". Antes de esa frase final, la ministra se refirió al Plan de Fomento de Energías Renovables, cuyo objetivo es alcanzar el 12% del total de la energía primaria con estas fuentes y al Plan Nacional de Residuos, aún pendiente de aprobación.

Sin embargo Tocino no dio fechas para una Estrategia Nacional del Clima, cuyo borrador fue presentado por ella misma en las Cortes hace un año, cuando remitió a la responsabilidad de las comunidades autónomas las medidas para sectores clave en las emisiones españolas de gases de efecto invernadero en España, como la agricultura y el transporte. Pese a ello afirmó: "España va a cumplir el compromiso de Kioto", que exige que en el plazo 2008-2012 no hayan aumentado las emisiones del país más de un 15% respecto al nivel de 1990.

Algo difícil de conseguir si se tiene en cuenta que, según cálculos del World Watch Institute, España rozó el 23% de aumento de las emisiones de dióxido de carbono ya en 1998. Las cifras en poder de la Administración, teniendo en cuenta otros gases, rondan el 20%, pese a que el equipo asesor de Tocino dijo ayer que la cifra oficial no se dará a conocer hasta el próximo marzo, y que ronda el 14%, que correspondería, según otras fuentes, a 1996. Acerca de las centrales nucleares, Tocino afirmó: "Tendrán la vida útil que tienen y no se van a desmantelar antes. Tampoco habrá incremento de la energía nuclear".

Mientras representantes de un centenar de países se sucedieron ayer en la tribuna hasta bien entrada la noche, los expertos y los técnicos de las delegaciones siguen ocupándose de las muchas facetas que tienen los delicados compromisos internacionales para hacer frente al cambio climático.