Estatuto Final, el núcleo más duro de las negociaciones

Las negociaciones para el Estatuto Final de los territorios palestinos serán las más difíciles y complicadas del proceso de paz, ya que constituyen un verdadero cajón de sastre, permanentemente abierto, en el que se van acumulando los temas más ásperos en las relaciones entre israelíes y palestinos.Las negociaciones del Estatuto Final servirán en principio para definir la naturaleza jurídico-administrativa de los territorios palestinos, que en teoría deberá convertirse en un verdadero Estado, según se desprende de las reivindicaciones de Yasir Arafat y las aspiraciones de su pueblo, a su vez apoyadas por la práctica totalidad de la comunidad internacional, incluida la Unión Europea. La negociación del Estatuto Final no va sola, ya que está acompañada por la negociación de una serie de temas adyacentes de vital importancia en el momento de definir la futura entidad: fronteras, temas de seguridad, política exterior, agua, retorno de refugiados, asentamientos y relaciones económicas, entre otros.

Uno de los temas más arduos será el del retorno de los refugiados palestinos, una cuestión difícilmente asumible por la Administración palestina actual, que ha sugerido ya que la mayor parte de los desplazados acepte quedarse en el país en el que se encuentra. Pero el más espinoso en este debate será el relativo a Jerusalén, que tanto israelíes como palestinos reclaman como capital.

Las negociaciones del Estatuto Final, que se iniciarán oficialmente el próximo 8 de noviembre, llegan con más de tres años de retraso, según los acuerdos de Oslo. En el texto de este pacto se estableció que las discusiones debían haber empezado en el tercer año del periodo interino, 4 de mayo de 1996, lo que no se llevó a término como consecuencia de los sistemáticos retrasos en este proceso.