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Aznar acusa al PSOE de desbordar "las reglas del juego democrático"

El presidente presenta al PP como garante de la Seguridad Social

Luis Barbero

El primer acto de la campaña del PP sobre las pensiones sirvió al presidente del Gobierno, José María Aznar, para presentar a su partido como garante de la Seguridad Social e, incluso, como elemento imprescindible para la modernización de España. Aznar, en un acto celebrado en Córdoba al que asistieron 7.000 jubilados procedentes de las ocho provincias andaluzas, acusó al PSOE, al que sólo mencionó una vez, de haber "desbordado las reglas del juego democrático" en materia de pensiones.

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El jefe del Ejecutivo inició la campaña del PP en Andalucía, la comunidad que precisamente abrió la caja de los truenos de las pensiones. Hace casi un año, el presidente de la Junta, el socialista Manuel Chaves, decidió subir las pensiones no contributivas (las de aquellas personas que no han cotizado al menos 15 años a la Seguridad Social) el doble de la inflación prevista para 1999.Aznar no olvida esta circunstancia e implícitamente, atacó a Chaves y por añadidura al PSOE por su actuación en los últimos meses con las pensiones. Como si de un mitin de precampaña se tratara, el presidente del Gobierno acusó al PSOE de utilizar la Junta de Andalucía, cuya medida fue posteriormente asumida por la Generalitat de Cataluña, para hacer oposición. "En vez de utilizar el Congreso o el Senado, utilizan las instituciones", afirmó Aznar en el Palacio de los Deportes de Vista Alegre, en Córdoba, ciudad a la que acudieron cerca de 120 autobuses con jubilados de toda Andalucía a un acto organizado por la dirección nacional del PP.

Aznar, que para referirse al PSOE dijo frases como "los que han metido miedo", "los que decían que no íbamos a acabar la legislatura" o "los que hacen disparates", alardeó a lo largo de 30 minutos de la gestión de su Gobierno en cuestión de empleo y pensiones. No dudó en afirmar que la Seguridad Social se ha salvado de una quiebra segura de no haber sido por la gestión del PP. "¿Qué ha pasado en estos cuatro años? Pues que no se ha dilapidado el dinero, que no hay fraude ni quiebra. Hoy hay superávit", clamó Aznar ante un entusiasmado auditorio.

El jefe del Ejecutivo recordó que a finales de 1995 el PSOE le pidió consenso para sacar adelante una reforma de la Seguridad Social, que estaba "moribunda y quebrada", y que pese a que las elecciones generales estaban a cinco meses vista dio su apoyo al Gobierno de Felipe González para llegar a un acuerdo que cristalizó en el Pacto de Toledo. Este acuerdo, dijo Aznar, tenía como objetivos básicos sanear la Seguridad Social y sacar las pensiones del debate político. "El primer objetivo no lo pudieron poner en marcha porque perdieron las elecciones y el segundo lo olvidaron inmediatamente, y en 1996 hicieron una campaña terrible para intimidar a los pensionistas", dijo Aznar, que evocó que entonces el PSOE le comparó con un doberman "que iba a liquidar a los pensionistas a bocados".

Ante la posibilidad de que los gobiernos autonómicos suban unilateralmente las pensiones que gestionan, las no contributivas y las asistenciales, el líder del PP aseguró que él "garantiza" que todos los pensionistas cobrarán igual, independientemente del territorio en el que vivan, aunque no precisó cómo piensa hacerlo.

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Aznar, que se mostró enigmático con la fecha de las elecciones generales para que los demás partidos "estén inquietos", presumió también del fondo de 60.000 millones de pesetas para las pensiones previsto en los Presupuestos Generales del Estado, cantidad que se ha conseguido ahorrar, dijo, gracias a que se han creado 1.800.000 empleos desde 1996, lo que permite que haya más cotizantes a la Seguridad Social.

El presidente del Gobierno, que dijo que si gana las próximas elecciones apostará por importantes infraestructuras y por la educación, hizo una metáfora final sobre la necesidad de que el PP reciba viento en las velas para recitar, a modo de despedida, un poema de Marinero en tierra, de Rafael Alberti.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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