ETA toca a rebato en Francia

La dirección de ETA ha ordenado a una serie de activistas asentados en países extranjeros que regresen paulatinamente a Francia para suplir la falta de militantes experimentados en la nueva estructura organizativa que ha ido creando a lo largo de este año de tregua. "Se trata de tipos bregados, con historial delictivo, elementos que hicieron en su día los cursillos de armas y explosivos y que pasaron por lo que en el argot se conoce como el bautismo de fuego. Son los equivalentes a los cuadros de una empresa convencional", han indicado a este periódico fuentes de la lucha antiterrorista francesa.Según estas fuentes, varias decenas de antiguos miembros de ETA, en un número imposible de precisar, pero que supera en todo caso la treintena, han recalado ya en Francia desde la suspensión de los atentados. Entre los activistas que han regresado, procedentes en su mayoría de países lationamericanos, hay también gente que trata simplemente de poner fin a su activismo terrorista y situarse cerca de sus familias con el propósito aparente de normalizar su vida en cuanto la situación lo pemita. En algunos casos, la decisión de volver a Francia ha sido adoptada al margen o en contra, incluso, de la cúpula de ETA.

La gran mayoría de los que también pensaron volver, animados por las expectativas creadas a raíz de la declaración de tregua, han renunciado a sus propósitos ante la negativa de la dirección de la banda terrorista. Los jefes de la organización han recabado la presencia en suelo francés de gentes igualmente veteranas, pero por lo visto con una disposición militante muy superior.

Pese a los reiterados reveses policiales sufridos por la estructura de ETA en Francia en los últimos meses, los responsables de la lucha antiterrorista francesa dan por sentado que la banda se ha reestructurado a fondo durante este año, cubriendo en buena medida el objetivo de "renovación y fortalecimiento de aparatos" que se marcó en ese terreno cuando anunció públicamente la suspensión provisional de atentados.

"Entraron en la tregua cuando su situación, tanto política como militar, era más bien crítica. Se sentían vigilados, infiltrados y no sabían el terreno que pisaban. Han pasado mucho tiempo comprobando su seguridad, si tal piso podía estar cantado, si tal colaborador era seguro... Lo cierto es que no han dejado de estar activos ni un solo día. Tenemos indicios más que suficientes de todo eso", indican las mismas fuentes francesas. "Hay gentes de ETA que mantienen hasta cuatro y cinco citas diarias, que se mueven constantemente. Después de poner a prueba la seguridad de sus infraestructuras, están en plena dinámica de reestructuración".

Para los expertos franceses caben pocas dudas de que "técnicamente" ETA ha recuperado la capacidad de volver a actuar. "Todo está preparado. Lo que queda por ver es si tendrán la voluntad política de hacerlo", señalan las mismas fuentes.

Mantener la presión

Un secuestro como el que estaban preparando y que tenía como víctima a un hijo de la duquesa de Alba, según muestran documentos incautados, podría servirles para mantener la presión sobre el Gobierno durante un cierto tiempo, pero no hay que descartar que, llegado el día, se lancen a acciones simultáneas en varios lugares de España, seguramente fuera del País Vasco, según los especialistas franceses en la lucha contra ETA. En todo caso, ésa es una perspectiva que no se contempla seriamente a corto plazo.

"Las elecciones están a la vista y una decisión como la de romper la tregua no se toma en un día, ni la adopta una sola persona. Hace falta un cierto debate interno, que hoy por hoy no hemos detectado", señalan las mismas fuentes. Frente a las acusaciones de boicotear el proceso de paz vertidas por el nacionalismo vasco, fuentes francesas aseguran que las detenciones que se han producido en su país a lo largo del último año responden al activismo de ETA o a errores cometidos por los propios terroristas. "Kantauri estaba controlado policialmente desde un año antes de su detención en París y no le habríamos molestado si hubiera llevado una vida apacible. Fue arrestado porque tuvimos pruebas de que estaba trabajando, que estaba actuando no como un ex dirigente que espera el resultado de las negociaciones políticas, sino como un jefe terrorista".