El alcalde de Bilbao considera vigente el Estatuto de Gernika

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, se ha sumado a las voces que dentro de su partido, el PNV, cuestionan la posición oficial sobre el agotamiento y superación del marco estatutario. Azkuna sostiene que el Estatuto de Gernika ha sido y es "importantísimo", y que cualquier cambio del actual marco jurídico hay que abordarlo con "mucha templanza".

Iñaki Azkuna expresó la noche del jueves, en una entrevista en TVE, opiniones discrepantes con las que son oficiales en el partido. La primera de ellas sobre la validez o no del Estatuto de Gernika, dado por inservible por el portavoz del PNV, Joseba Egibar. Azkuna reclamó "prudencia" a quienes quieren saltar del modelo estatutario a planteamientos soberanistas o directamente independentistas y resaltó que el texto de Gernika ha sido y es "importantísimo"; y más que en su vertiente competencial, por ser lugar de encuentro y convivencia de distintas opciones políticas.Azkuna dijo no tener miedo a que se planteen otras fórmulas, incluso la independencia, pero desestimó que puedan abordarse sin un amplio consenso (que situó en un referéndum con el 80% de síes) o con la sociedad vasca dividida por la mitad a favor y en contra. El ex consejero de Sanidad, a quien recurrió su partido para detener la hemorragia de votos urbanos hacia el PP, señaló también, como ha hecho antes y después de las elecciones del 13-J, que su opción es reeditar en el Ayuntamiento el pacto con los socialistas e IU. Y reiteró que no podrá gobernar con EH mientras esta formación no condene la violencia. El día anterior, Arzalluz había expresado su preferencia por un acuerdo en Bilbao con EH y otro grupo. A raíz de la decisión de izar también la bandera española en las fiestas de Bilbao -"para cumplir la legalidad" y respetar las "distintas sensibilidades" existentes en la ciudad"-, Azkuna fue situado por EH y ETA entre los "sectores" del PNV "tibios" o reacios a la estrategia del Pacto de Lizarra.

El alcalde se esforzó en la entrevista por no aparecer como un disidente, papel que en el PNV conduce al ostracismo. Así, aseguró que está en plena sintonía con la dirección del PNV de Vizcaya y subrayó el carácter plural de su partido, donde existen, dijo, "nacionalistas estatutistas e independentistas". En este sentido, descartó que la diferencia de sensibilidades que están aflorando en el PNV desde el Pacto de Lizarra pueda conducir a una escisión como la protagonizada en 1986 por Eusko Alkartasuna. Sí aceptó que puede plantearse un problema cuando se aborde, dentro de cuatro años, el relevo de Arzalluz. Y añadió que no fue con agrado a la Asamblea de Electos (Udalbiltza), aunque puntualizó que acudiría las veces que hiciera falta si esa fuera la única exigencia de ETA para dejar las armas.