Todos los sindicatos rechazan los Presupuestos para el año 2000 por su carácter "antisocial"

El anteproyecto de Presupuestos para el año 2000, aprobado el pasado martes por el Gobierno, ha recibido ya, sin haber llegado todavía al Parlamento, el rechazo de los principales sindicatos y de los grupos de la oposición. Las cuatro centrales mayoritarias vascas (ELA, Comisiones Obreras, UGT y LAB) tildaron las cuentas de "antisociales" y señalaron que el crecimiento de las partidas en Sanidad y en Educación es inferior al del presupuesto en su conjunto. La crítica sindical llega precisamente contra el aspecto del anteproyecto que el Gobierno ha convertido en su bandera: el gasto social, al que irán, según recalca el Ejecutivo, casi el 70% de los gastos previstos.

Nacionalistas (ELA y LAB) y no nacionalistas (CC OO y UGT) han hecho por esta vez bandera común para repudiar la estrella del texto presupuestario: el gasto social. El Ejecutivo destacó en la presentación del proyecto que siete de cada diez pesetas van destinadas al gasto social. Pero las centrales lo ven insuficiente. La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, dejó entrever el pasado martes que el acuerdo firmado ese mismo día con CC OO y LAB sobre el incremento salarial en la Administración era un paso en la buena dirección, un acercamiento a las tesis de EH para permitir el imprescindible acuerdo que necesita el Ejecutivo para aprobar su proyecto. Ayer tanto LAB como Comisiones se desmarcaron de los Presupuestos. Precisamente, la petición de incrementar el gasto social es también una de las demandas de EH.Los sindicatos, aunque con matices, defienden la misma tesis: el carácter insolidario de los Presupuestos. ELA, primer sindicato de Euskadi, señaló a través del responsable de su gabinete de estudios, Mikel Noval, que las cuentas del año 2000 son "claramente insuficientes" y no afrontan "las necesidades sociales".

"Insuficiente"

Para ELA, el verdadero carácter social de las cuentas públicas depende de si las partidas destinadas a esos gastos son suficientes o no y, en este caso, "los datos apuntan que es claramente insuficiente". Basa esta opinión en que los dineros de Sanidad o Educación "crecen menos que la media de incremento presupuestario y, por tanto, hay otras partidas que crecen más".

Noval destacó además que el porcentaje de la riqueza que se destina a estos apartados "es cada año menor y esa tendencia no se modifica con los actuales Presupuestos". "Es especialmente grave si tenemos en cuenta que, en relación a la media de la Unión Europea, estamos muy lejos en nivel de protección social, Sanidad o Educación. Es decir, la media de la UE, la parte de la riqueza que se destina a Sanidad o Educación pública es bastante superior a la que aquí tenemos y aquí está a la baja", añadió. ELA observa también que no hay ninguna dotación para avanzar en el contenido de la Carta de Derechos Sociales.

UGT y LAB, sin dejar de sumarse a la crítica social, señalaron que los Presupuestos mantienen la línea marcada por la política fiscal vasca y la reforma del IRPF. A su entender, las cuentas públicas no apuestan por el empleo. "Es una propuesta restrictiva que viene agravada por los efectos que la reforma del IRPF tiene sobre los ingresos, y por el obsesivo empeño de reducir el déficit", señaló Javier Bermejo, responsable de acción sindical de UGT.

Bermejo cree que "se sigue apostando por una pérdida de poder adquisitivo de los funcionarios públicos en una etapa de bonanza y crecimiento económico". El sindicato más suave en sus críticas ha sido CC OO. Santiago Bengoa, secretario vasco de esta central, lamentó que el Ejecutivo no haya informado a sindicatos y empresarios.

Casi en consonancia con la tesis sindical, los socialistas señalaron que el Gobierno no debería centrar sus esfuerzos en rebajar los impuestos y la deuda y sí concentrarse en fomentar las inversiones y el gasto social.

Desde las filas de la oposición también se sucedieron las críticas. El PSE considera que el anteproyecto debería dar prioridad a las inversiones y fines sociales, en vez de gastar este dinero "únicamente en rebajar los impuestos y la deuda pública", en palabras de Fernando Buesa. El PP puso también en duda que el capítulo social reciba un 70% de las partidas y mostró su convicción de que el Gobierno vasco pagará un "peaje político" a EH por su apoyo. UA expresó su temor de que los Presupuestos "sólo sirvan para la construcción nacional y para priorizar todo lo que suponga nacionalismo".