La Junta se propone reducir un 40% las basuras urbanas en una década con el plan de residuos

El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó ayer el Plan Director Territorial de Gestión de Residuos Urbanos de Andalucía, que pretende reducir en un 40% la producción anual de residuos, que ahora se sitúa en los 3,3 millones de toneladas, de las que reciben tratamiento adecuado un 85%. El nuevo plan, con una dotación de 69.383 millones de pesetas en diez años, establece que los residuos domiciliarios serán sometidos a recogida selectiva con cuatro colores: gris para la materia orgánica; amarillo para envases y otros materiales inertes; verde para vidrios y azul para papel.

De la inversión total programada, dos tercios corresponden a las entidades locales (ayuntamientos, diputaciones y mancomunidades) y el resto a la Junta (22.440 millones), para lo que se utilizarán fondos europeos.Tras la reunión del Gobierno, el consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, explicó en conferencia de prensa que el plan distingue entre residuos domiciliarios -generados por particulares, actividades comerciales, parques y jardines- y residuos específicos (sanitarios, agrícolas, escombros, neumáticos, etcétera). Los objetivos son reducir su volumen en un 40%, impulsar la implantación generalizada de la recogida selectiva, favorecer la reutilización y el reciclaje y eliminar los vertederos incontrolados.

Respecto a los residuos domiciliarios, de los 48.917 millones presupuestados para completar su gestión, 37.193 se destinarán a la construcción y mejora de instalaciones, 6.814 a recogida selectiva y 2.019 a clausura de vertederos incontrolados. Las basuras domésticas se separarán en origen al menos en cuatro bolsas para trasladarlas a contenedores de distintos colores: gris para la materia orgánica; amarilla para los envases y otros materiales inertes; verde para vidrio y azul para papel y cartón.

Para realizar la recogida selectiva se instalará un contenedor por cada 500 habitantes. La Junta, señaló Blanco, realizará campañas de concienciación e información, de manera que el ciudadano clasifique sus basuras según su condición. No obstante, el consejero precisó que este modelo será implantado en cada municipio en virtud de la puesta en marcha de las instalaciones necesarias. Córdoba, Jerez y Chiclana, por ejemplo, ya tienen contenedores selectivos. En cuanto a la infraestructura, la principal novedad del plan es doble: construir plantas clasificadoras y completar la actual red de plantas de transferencias, encargadas de canalizar las basuras hacia los centros de tratamiento.

La eliminación de residuos específicos asimilables contará con una inversión de 16.556 millones. En este apartado se incluyen los vehículos y enseres domésticos abandonados, los escombros y restos de obras, residuos biológicos y sanitarios, agrícolas e industriales, cuya gestión corresponde a las corporaciones locales. El plan prevé la creación de Puntos Limpios (PL) en las poblaciones de más de 50.000 habitantes, que actuarán como centros de acopio para la recogida y posterior tratamiento. También se instalarán PL en otros enclaves que destacan por su especial generación de residuos, como hospitales y grandes empresas. Cada provincia tendrá un centro de acondicionamiento, separación e intercambio de materiales, con un mínimo de once para el total del territorio andaluz.

En Andalucía se generan actualmente alrededor de 3,3 millones de toneladas anuales de residuos sólidos urbanos. Más de la mitad (53%) se elimina en vertederos incontrolados que gestionan los ayuntamientos, mancomunidades y consorcios. El 32% restante se remite a las plantas de reciclaje y compostaje que existen.

Según la Junta, la composición media de los residuos urbanos que se generan en la comunidad autónoma está integrada por materia orgánica (49%), papel y cartón (18,6%), plásticos (12%), vidrios (6%), material textil (4,3%) y otros (10%). Sevilla, Málaga y Cádiz son las provincias que producen más basuras urbanas.