Una gran exposición de Picasso estrena la ampliación de su museo en Barcelona

El Museo Picasso de Barcelona vivió ayer un día solemne coincidiendo con el 118º aniversario del nacimiento del pintor. La reina Sofía inauguró la ampliación del centro, que ha pasado de 7.100 metros cuadrados a cerca de 10.600. Buena parte de la nueva superficie acoge las más de 200 obras de la exposición Picasso: paisaje interior y exterior, una retrospectiva de la etapa de madurez del artista. Por un día, el museo perdió su carácter de lugar predilecto del turismo de Barcelona -recibe cada año más de un millón de visitantes- para convertirse en centro de la vida cultural ciudadana.

La exposición, abierta hasta el 30 de enero del 2000, aborda la visión del paisaje que tenía Picasso desde una perspectiva múltiple. Pueden verse desde vistas a la naturaleza "convencionales" hasta objetos o personas del entorno del artista convertidos en "paisajes interiores", según su propia definición. El conjunto permite recorrer las distintas etapas artísticas y vivenciales del artista a través de un tema atípico en su trayectoría. Pero es, básicamente, una exposición de obras más que de tesis. Entre las muchas piezas destacables de la exposición -que incluye pinturas, dibujos, grabados y cerámica- destaca por su exotismo Ventana abierta sobre la calle Penthièvre (París, 1920), procedente del Museo de Arte Contemporáneo de Teherán, que se suma a muchas otras llegadas de museos y colecciones privadas de todo el mundo. Esta retrospectiva temática del artista entre 1917 y su muerte, en 1973, se completa en una nueva sala de la planta baja con una exposición de 77 fotografías de David Douglas Duncan centradas en la actividad de Picasso entre los años cincuenta y los setenta.Todas estas obras se exhiben en las nuevas salas situadas en dos palacios góticos que se han sumado al complejo. El museo barcelonés, creado en 1963, ha ido creciendo, a lo largo de los años, siempre con el añadido de nuevos edificios medievales de la calle de Montcada. Con esta ampliación son ya cinco los palacios que integran el conjunto. Este hecho ha proporcionado al centro un cierto carácter de laberinto que esta última ampliación, debida al arquitecto Jordi Garcés, viene a paliar ofreciendo espacios amplios y adaptados a las nuevas tendencias museográficas hasta donde permite la angosta estructura de la ciudad vieja.

La reina Sofía, acompañada por el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Maria Pujals, y la directora del museo, María Teresa Ocaña, realizó un rápido recorrido, de apenas 35 minutos, por la exposición. Se hallaban también presentes uno de los hijos de Picasso, Claude, y otros familiares del pintor, que mostraron su satisfacción tanto por la ampliación como por el contenido de la exposición. A la salida, Clos anunció la creación, "en los próximos meses", de una asociación de "amigos y mecenas" del Museo Picasso para encarar los dos grandes retos siguientes: por un lado, culminar la reforma de los edificios con la reordenación de la colección permanente y la construcción de un jardín interior; y, por el otro, recabar fondos para ampliar las colecciones. El alcalde señaló que para ello se precisa, además de las aportaciones privadas, la ayuda de los gobiernos autónomo y central, especialmente de este último, al que reclamó que se acuerde de Barcelona y en concreto de este museo cuando se realizan las compras de obras de arte.