El primer ministro marroquí niega en Bruselas que busque otro acuerdo de pesca

El primer ministro de Marruecos, Abderramán Yussufi, dejó muy claro ayer en Bruselas que su país no necesita un nuevo acuerdo pesquero con la Unión Europea. Demostrando que es Rabat quien tiene la sartén por el mango al despreciar en público los beneficios de esa renovación, Yussufi se permitió la ironía de abrir las puertas a un próximo viaje del comisario de Pesca, Franz Fischler, a Marruecos.

El comisario confirmó su intención de desplazarse a la capital marroquí a pesar de que oficialmente, o al menos en público, no tiene garantías de que se vaya a negociar el acuerdo."Si nuestros amigos europeos necesitan hablar con nosotros sobre cualquier problema, nosotros estamos encantados de recibirles", dijo el primer ministro marroquí con sorna en una rueda de prensa en la sede del Parlamento Europeo. Yussufi confirmó que será el ministro delegado de Pesca, Thami El Khyari, quien recibirá a Fischler. El Khyari es la cabeza visible del sector del Gobierno marroquí que se opone a la renovación del acuerdo pesquero. Este sector se alinea con gran parte de la industria pesquera local, que prefiere que los barcos de la Unión Europea no pesquen en aguas marroquíes a pesar de las compensaciones económicas que recibe por ello el Gobierno.

"La Unión Europea decidió con Marruecos, dentro de la negociación del último acuerdo de pesca que ahora acaba, no renovar el acuerdo porque Marruecos convenció a la UE de que la manera de proceder, el pillaje, la extracción excesiva, han sido cosas nefastas para estos recursos", declaró Yussufi. "El acuerdo era por tres años y se prolongó por uno más. Creo que los europeos han tenido tiempo suficiente para hacer la necesaria reconversión y hay muchas otras áreas de cooperación entre la Unión Europea y Marruecos que van más allá de la pesca. Y dentro de la pesca hay muchas actividades. La pesca no se limita a la extracción de pescado", añadió el primer ministro marroquí.

Fuentes comunitarias restaron importancia a las palabras de Yussufi al considerar que "se trata de una posición negociadora; Marruecos se hace el desinteresado, pero sabe que las compensaciones que le puede ofrecer la Unión Europea son muy necesarias para ellos". "Lo que quiere Marruecos es conseguir nuevos beneficios agrícolas a cambio de negociar otro acuerdo pesquero", interpretaron esas fuentes.

Pero Yussufi también negó en rueda de prensa ese objetivo de unir la agricultura a una eventual negociación pesquera: "Es una suposición que hace usted. Las cosas no están planteadas así. No ligamos nada a nada".

Sea como fuere, Marruecos está ganando la batalla psicológica. Pese a las declaraciones públicas de Yussufi desdeñando la negociación, el comisario de Agricultura y Pesca, Franz Fischler, anunció ayer que se desplazará a Rabat para entrevistarse con el ministro El Khyari. La víspera, fuentes próximas al comisario aseguraron que éste no viajaría hasta no tener la seguridad de que Marruecos va a negociar. Quizá Fischler obtuvo esas garantías en el encuentro informal que mantuvo ayer con Yussufi.