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Reportaje:

El Lión irlandés reabre sus fauces

Un 'pub' se instala en el viejo café de tertulias de la calle de Alcalá donde se rehabilita la célebre Ballena Alegre

El Lión reabre las fauces. Tras más de cinco años de cierre, el veterano café de la calle de Alcalá, 59, ha cambiado de piel y de idioma. Ahora se llama Kitty O"Shea"s: es un pub irlandés. Sin embargo, los nuevos gestores aspiran a mantener la tradición cultural del lugar que frecuentaron intelectuales como el poeta García Lorca. Los novelistas James Joyce y Camilo José Cela, retratados en vidrio, custodian ya el establecimiento, que se añade a la moda de los locales con aires de Eire.El nuevo pub, que se inaugurará oficialmente el próximo 11 de noviembre, lleva un par de meses en rodaje, tras varios años de espera. Abrió sus puertas en agosto pasado, después de casi cuatro años de trabajos y trámites burocráticos. La demora se debió a problemas con el papeleo municipal, según el encargado del establecimiento, el irlandés Matthew Loughney. Calcula que su empresa (una cadena con nueve establecimientos repartidos por Europa y Estados Unidos) ha invertido unos 40 millones de pesetas en la puesta a punto del local madrileño, que ha perdido sus viejos veladores de mármol y ha ganado en iluminación. La instalación se ha hecho con deseos de autenticidad: buena parte de los elementos decorativos y funcionales (incluida la barra) han llegado desde Irlanda.

Otro tanto pasa con la plantilla. De los 10 empleados, siete son irlandeses que se afanan por hablar bien castellano y tres son españoles que hacen lo propio con el inglés. "Los clientes pueden practicar inglés con nosotros", promete Matthew Loughney. También tienen al alcance cervezas, whiskies, gastronomía y música (en vivo los fines de semana) de Irlanda. De cada 10 visitantes actuales, sólo dos son turistas, señala.

Amén de los aires de Eire, los responsables del pub quieren conservar el espíritu del viejo Lión, un establecimiento que abrió sus puertas en 1929 y sucumbió a finales de 1993, tras largos pleitos de inquilinato.

Aquel café, instalado en dos locales comunicados (Alcalá, 57 y 59), fue un importante lugar de tertulia. El salón del número 59 albergaba en los bajos la cervecería La Ballena Alegre, donde a veces coincidían gentes tan dispares como el poeta Federico García Lorca y el ideólogo de la Falange Española José Antonio Primo de Rivera. El escultor Victorio Macho y el músico Regino Sainz de la Maza también fueron clientes asiduos en una época en la que la tertulia era una institución.

La Ballena perdió su alegría tiempo atrás. Durante años estuvo clausurada. Ahora, los dueños del pub quieren reabrirla. Los cetáceos siguen sonriendo en las paredes del sótano. Tanto que harían las delicias de un dentista. "Queremos restaurar las pinturas, que se conservan bastante bien. Si el Ayuntamiento nos autoriza dedicaremos esa zona a restaurante", avanza el encargado.

El pub de nuevo cuño abona el auge de los establecimientos irlandeses en Madrid. "El fenómeno se produce en otras muchas ciudades europeas. El triunfo se debe a que ofrecemos algo nuevo y con ambiente relajado", interpreta Loughney.

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La novedad, pero con ambiente distinto, aguarda al otro trozo del café Lión. En el local de Alcalá, 57, se instalará un conocido restaurante de cocina española. Junto a Cibeles, todo cabe.

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