El PP retiró su apoyo a la TV asturiana días antes de que Cascos criticara el proyecto

La televisión autonómica asturiana cuenta ya con el respaldo de las fuerzas parlamentarias del Principado, salvo el PP, que ha modificado su posición tras haberse manifestado en términos inicialmente favorables en el debate sobre el estado de la región, el pasado 22 de septiembre. El viraje del PP comenzó dos días antes de que el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, arremetiera en público contra el proyecto del Gobierno socialista regional, que prevé iniciar las emisiones en año y medio o dos años, con un coste de 1.200 millones anuales.

El PP asturiano ha retirado su apoyo al proyecto de canal autonómico de televisión. Se trata de una posición distinta a la manifestada en el debate parlamentario sobre el estado de la región el pasado 22 de septiembre. En referencia al proyecto televisivo, el presidente regional del PP, Ovidio Sánchez, afirmó desde la tribuna que la postura expresada por el presidente regional, el socialista Vicente Álvarez Areces, era nueva: "Y a mi me parece bien", dijo textualmente, "que lo que eran los grandes debates de la televisión pública los haya convertido en que puede ser un objetivo, en el cual ya estábamos otras fuerzas políticas". "Tampoco me quito nuestros errores porque también nosotros en este tema estuvimos en contra y tuvimos nuestros miedos", agregó Ovidio Sánchez en referencia a lo sucedido en la legislatura anterior.

Tras entrevistarse con el presidente asturiano el pasado 6 de octubre, trece días después de la exposición en la cámara autonómica, Sánchez sostuvo que "la televisión autonómica no es una necesidad prioritaria de Asturias" . Y abogó por ampliar la programación regional de TVE mediante un nuevo convenio. Esto ocurrió dos días antes de que el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, acusara a Álvarez Areces de crear una televisión a su servicio, durante el XII Congreso Regional del PP de Asturias.

El Gobierno asturiano asegura que la futura televisión estará bajo control de la Cámara regional, con contenidos políticos muy limitados y respetuosos con la proporcionalidad parlamentaria. "No será un aparato al servicio del ejecutivo", subrayaron fuentes del Gobierno regional, "y no se hará especial incidencia en la agenda de los políticos porque de ello ya informan los medios existentes".

Las mismas fuentes afirman que se pretende una concepción informativa inspirada en la fórmula de CNN+, y responderá a un estilo y formato análogo al de Barcelona TV [Una televisión local de estética moderna y de orientación temática centrada en Barcelona en todos sus aspectos]. Amen de muy informativa, con espacios de noticias breves y recurrentes a lo largo de la jornada, la televisión asturiana pretende desarrollar la oferta de servicio con programas de ocio, formación e información útil, emisiones en directo, entretenimiento y deportes, pero sin competir por los grandes eventos deportivos.

La televisión utilizará equipos digitales muy ligeros e instaurará la figura del vídeo-reportero: el propio periodista hará las funciones de cámara. Contará con un equipo propio de redacción pero también recurrirá a informadores autónomos y a los servicios de productoras locales y regionales. "La tecnología actual nos permitirá hacer una televisión de gran calidad, sin generar endeudamientos espectaculares, como ha ocurrido en otras televisiones autonómicas. Asturias no podría permitirse destinar 3.000 ó 5.000 millones anuales a una televisión, pero sabemos que 1.200 millones al año, que es una cantidad muy asumible, será suficiente para mantener una estructura de servicio público", informaron fuentes de la presidencia del Principado. La televisión asturiana formará parte de una corporación público a que abarcara también una cadena de radio, una revista trimestral, un portal en Internet y un diario digital.