Teléfonica pide de forma confusa a sus clientes que le cedan sus datos

Teléfonica ha pedido a sus abonados autorización para usar sus datos personales. La iniciativa, que tiene forma de carta y ha llegado al millón y medio de nuevos clientes del operador, obliga al usuario que no desea recibir publicidad de esta empresa a escribir a un apartado de correos y olvida recordarle que tiene un mes de plazo desde la recepción de la carta para hacer saber su deseo.

La carta, fechada el 14 de septiembre y firmada por el director general de Marketing, Javier Aguilera, se ajusta en principio a la legislación sobre protección de datos y va dirigida a los usuarios que han contratado con Telefónica desde septiembre de 1998. El texto asegura que la voluntad de la compañía es cumplir con el "compromiso de trasparencia" en la materia, pero su redacción es confusa. No sólo olvida recordar a sus clientes el plazo que tienen para comunicar su negativa. La carta habla de "datos de tráfico telefónico", pero no específica cuáles son éstos ni con qué fin van a ser tratados.Se trata de todos los datos que recoge la factura -nombre y dirección, pero también destino de las llamadas, volumen de éstas e importe-, según confirmaron fuentes de la empresa, y sólo serán manejados para "ofrecerle la mejor calidad de atención y proponerle nuestros servicios". En este sentido, Telefónica tampoco aclara si los datos van a ser utilizados por todas las empresas del grupo, que desarrollan actividades en campos como los seguros, distribución de productos, asesoramiento financiero, captación de fondos, inmobiliarias o cobro de deudas, según el informe de 1998.

La compañía asegura que el objetivo es obtener autorización para la promoción exclusiva de los "productos del Grupo Telefónica", pero se ha negado a facilitar ninguna otra información a pesar de que fue solicitada para ello en una docena de ocasiones por este diario.

En todo caso, cada empresa del grupo con personalidad jurídica debe dirigirse a los titulares de los datos, según la Agencia de Protección de Datos.

Ésta es la segunda vez que Telefónica se dirige a sus abonados sobre este tema. En 1998, y coincidiendo con la entrada en vigor de un reglamento que obligaba a todos los operadores, pidió a sus más de 15 millones de usuarios autorización para tratar de forma automatizada -recogida, grabación, conservación, elaboración, modificación, cesión, bloqueo y cancelación- sus datos. Esa norma deja claro que "si en el plazo de un mes" desde la recepción de la carta, el abonado no contesta "se entenderá que consiente".

La forma de la campaña actual hace prever que serán pocos los clientes que ejercerán el derecho a no recibir publicidad. No sólo por el plazo, sino también porque quienes lo deseen deben enviar su contestación por escrito a un apartado de correos. Pero las asociaciones de consumidores consultadas no han recibido quejas.

La iniciativa coincide con una reforma de la ley de datos, aún en trámite parlamentario, que prevé la creación de un censo promocional para aquellos ciudadanos que quieran recibir publicidad. Para ello el Instituto Nacional de Estadística se dirigirá a todos ellos. Los que no contesten, serán incluidos.