Barak fomenta la creación de colonias judías en el Golán con ayudas económicas y exenciones fiscales

El primer ministro israelí, Ehud Barak, fomentará la construcción de nuevos asentamientos judíos en los altos del Golán, territorio conquistado a Siria en la guerra de los Seis Días, en 1967, y anexionados en 1981. Esta decisión de Barak se contradice, en apariencia, con la oferta de diálogo dirigida al régimen de Damasco y reiterada a principios de esta semana desde la tribuna del Parlamento israelí, donde el primer ministro laborista invitó al presidente sirio, Hafez el Asad, a firmar la "paz de los valientes".El Gobierno de Barak ha decidido convertir los altos del Golán en una región de "desarrollo prioritario". Esto abre la posibilidad de importantes ayudas económicas y diversas exenciones fiscales a los habitantes y las empresas que decidan instalarse en esa tierra.

Estos incentivos fomentarán una nueva colonización, iniciada en 1969 y continuada años después tras una operación de limpieza en la que se desalojó del lugar a 130.000 de sus habitantes árabes y se destruyeron 133 pueblos y más de 60 granjas.

En la actualidad, en los 470 kilómetros de los altos del Golán, habitan 17.000 colonos judíos, que conviven con 6.000 antiguos habitantes. Recientemente, el Consejo de Colonos de esta región del Golán decidió poner en marcha un programa para construir 700 nuevas viviendas.

"Mientras no exista una negociación o contacto con Siria no hay razón alguna para no desarrollar el Golán", declaró ayer un portavoz del Gobierno laborista israelí, en un intento de justificar la decisión del primer ministro de fomentar la construcción de nuevos asentamientos.

Barak ha decidido, como contrapartida, retirar las subvenciones establecidas para el fomento de la colonización en Cisjordania, establecidas en los Gobiernos conservadores precedentes, y gracias a las cuales se construyeron 176 asentamientos en los que se concentran 153.000 colonos, la mayoría de ellos con permiso de portar armas. Este asunto de los asentamientos en zonas palestinas es uno de los problemas con los que se topa el futuro plan de paz.

La anulación del programa de ayudas a los asentamientos de Cisjordania no afectará a los proyectos en marcha, entre los que se encuentra la ampliación de la colonia de Ma"aleh Adumin, cerca de Jerusalén, que cuenta con 25.000 habitantes y que pretende duplicar en los próximos años su población, gracias a un ambicioso plan urbanístico. Las restricciones tampoco afectarán a otros asentamientos menores de la misma región y en los que está previsto, sólo en este año, la construcción de más de 3.000 viviendas.

La decisión de retirar las subvenciones para la colonización de Cisjordania es una respuesta a las reivindicaciones de las autoridades palestinas y las organizaciones pacifistas israelíes, que han denunciado en los últimos días el apoyo del Gobierno laborista a las organizaciones de colonos, asegurando que esa línea "pone en peligro el proceso de paz".