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La policía acredita este mes a 2.500 vecinos como mediadores en casos de malos tratos

El objetivo es asesorar a las víctimas y acompañarlas a la comisaría y los juzgados

Amaya Iríbar

La guerra contra la violencia doméstica ha llegado a los barrios. Doscientos miembros de asociaciones de vecinos, casi todos mujeres, recibieron ayer en Madrid el carné que les acredita ante la policía como mediadores en este tipo de casos. Antes de que termine octubre serán 2.500 en toda España. El proyecto, anunciado el año pasado y que funciona desde entonces de forma experimental, convierte a estas mujeres en el enlace más directo entre las víctimas de la violencia doméstica y la policía, pero también en una fuente de información y asesoramiento.

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Mujeres del barrio

El carné abre las puertas de la comisaría del barrio porque convierte a su titular en "colaborador" de las fuerzas de seguridad. El objetivo no es, sin embargo, que estas mujeres y las otras 2.300 que recibirán una acreditación idéntica este mismo mes, se conviertan en denunciantes en nombre de sus vecinas. Su única función es "escuchar" a las víctimas y "aconsejarles" que acudan a la policía; informar de los servicios sociales y ayudas que tienen a su disposición; ponerlas en contacto con abogados o psicólogos y acompañarlas a la comisaría o a los juzgados si es el caso.Se trata pues de "acercar la comisaría al vecino", en palabras de Soledad Palacios, responsable de la campaña que coordina la Confederación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios (Cave). Para facilitar esta función, las mediadoras tendrán un enlace en cada comisaría, un agente de la policía de proximidad, al que podrán trasladar las denuncias que les lleguen.

Todas las mediadoras son voluntarias, la mayoría con años de trabajo vecinal a sus espaldas, pero tienen muy claro que no son expertas en el problema. No quieren sustituir a nadie, sino contribuir a un problema que supone varias decenas de muertes al año -25 en 1999, según el Instituto de la Mujer; 33 para las asociaciones de mujeres- y miles de denuncias anuales (más de 12.000 en lo que va de año).

El comisario general de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro, que entregó los carnés a las mediadoras madrileñas, subrayó que la iniciativa supone "un cambio importante" para acercar la policía a los ciudadanos. Un cambio que, espera, ayude a denunciar los casos de violencia doméstica.

Poca formación

Para recibir el documento que les acredita ante la policía estas mujeres han superado unos cursos de formación en los que participaron policías, jueces, psicólogos y otros expertos. Ahí precisamente radica una de las críticas que han recibido por parte de las asociaciones de mujeres. Cuando la campaña fue lanzada a bombo y platillo hace un año y con el ambicioso objetivo de formar un ejército de 11.000 mujeres que llegara a cada barrio de cada ciudad -Cave tiene más de 3.000 asociaciones-, 16 de éstas pusieron el grito en el cielo.Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, que gestiona un centro de atención integral para mujeres maltratadas en Madrid, recordaba ayer por qué: "Este tipo de iniciativas no sirve para nada. El problema de la violencia es muy complejo y no se abarca en un fin de semana [en referencia a la duración del curso que han recibido las mediadoras]. Para Del Campo y muchas asociaciones que trabajan con las víctimas comparten esta opinión, la buena intención de las mediadoras puede, además, poner en peligro a la víctima y el propio papel de la mediación.

"Nuestras mujeres no necesitan ser expertas. Sólo informar para que denuncien y que sea la policía quien investigue", se defiende Soledad Palacios.

Esta postura es avalada también por el Gobierno, ya que la iniciativa no sólo fue puesta en marcha gracias a los 22 millones que puso sobre la mesa el Instituto de la Mujer, sino que además cuenta con el impulso de los ministerios de Trabajo y Asuntos Sociales e Interior. Sus pasos serán seguidos en breve por la Confederación Españoles de Consumidores y Amas de Casa, más implantada en el ámbito rural, que trabaja ya en un proyecto similar.

Los 235 carnés entregados ayer a las primeras mediadoras vecinales de Madrid facilitarán a sus titulares un trabajo que, en algunos casos, llevan realizando desde hace meses. Y dan un impulso más a un proyecto que está siendo desarrollado de forma simultánea en más de 10 ciudades de España.

Este año las mediadoras de Cave, con carné o sin él, han intervenido en 49 casos de malos tratos.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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