Los funcionarios perderán dinero este año al aprobar el Gobierno una subida salarial de sólo el 1,8%

Los funcionarios de la Administración vasca van a perder poder adquisitivo este año al aprobar el Gobierno para ellos una subida salarial del 1,8%, que se sitúa por debajo del aumento previsto de los precios. El objetivo del Ejecutivo central es que la inflación al final de año se acomode en torno al 2,4%, seis décimas por encima del incremento salarial de los trabajadores vascos y de los del resto de España. El Consejo de Gobierno acordó ayer la subida, pero la negociación con los sindicatos sigue ante la posibilidad de que los Presupuestos del año 2000 recojan el desvío.

El hecho de que el Gobierno esté funcionando en 1999 con los Presupuestos prorrogados del año pasado ha retrasado la aprobación de la subida. Una vez que en junio el Parlamento dio luz verde a la Ley de Medidas Complementarias, que contenía la partida económica para hacer frente a la subida, el Ejecutivo ha podido acelerar las negociaciones con las centrales y cerrar el incremento, que es similar al que figura en la Ley General de Presupuestos del Estado para 1999. La subida se aplicará en la nómina de este mes con efectos retroactivos desde el pasado 1 de enero, es decir que en el sueldo de octubre figurarán todos los atrasos.Las retribuciones alcanzarán a los funcionarios de la Administración, sus organismos autónomos, Osakidetza, Ertzaintza, Administración de Justicia, altos cargos y personal eventual. En total, cerca de 60.000 empleados.

Los sindicatos enfatizaron ayer su contrariedad por esta subida, que está lejos de la previsión de inflación. Sin embargo, insistieron en que la entienden como una subida a cuenta, lo que significa que el Gobierno pagará el 1,8% sin perjuicio de que en las próximas negociaciones se cierre un suplemento, pero eso es algo que ya queda pendiente para los Presupuestos del año entrante. Las centrales reclaman al Gobierno que esos Presupuestos recojan una subida del 4%, equivalente al 2% de inflación previsto para el año 2000 y a las pérdidas de poder adquisitivo de los últimos ejercicios.

Las centrales pusieron como ejemplo los Presupuestos del Estado para el 2000, que prevén una subida del 2% en las retribuciones básicas (sueldo base y antigüedad) y de casi otro 2% en la masa salarial (los complementos de destino, específico y de productividad que figuran en las nóminas). Para soportar este incremento de la masa salarial el Gobierno central ha habilitado unos fondos adicionales de 19.000 millones de pesetas. De momento, el Gobierno vasco sólo ofrece un 2% de subida en los Presupuestos del año entrante para las retribuciones básicas, aunque ha garantizado a las centrales que también dispondrá de un fondo adicional.

El representante de CC OO en las negociaciones con el Ejecutivo, Luis Mendaza, señaló ayer que el fondo a habilitar está pendiente de cuantificar y de buscarle un encaje técnico en las grandes cuentas públicas. Así, recordó que en 1997 el Gobierno vasco ya autorizó una subida del 1% para los trabajadores, pero fue recurrida por el Estado, que había apostado por la congelación.

Andoni Sanz, de ELA, lamentó que el 1,8% de subida para 1999 "llegue tarde" y no sirva para recuperar poder adquisitivo y puntualizó que "todavía no hay un compromiso cerrado del Gobierno para habilitar un fondo adicional en los próximos presupuestos". José Cuesta, de la UGT, ve "un complicado encaje jurídico de la bolsa suplementaria".

Por otra parte, el portavoz del Gobierno, Josu Jon Imaz, aseguró ayer que el Ejecutivo tiene previsto entregar el proyecto de Presupuestos del año 2000 al Parlamento antes del 31 de octubre, con lo que se cumplirían los plazos legales establecidos para aprobarlos antes de que concluya el año.

La dificultad reside en la negociación que el Ejecutivo debe mantener con EH, sin cuyo apoyo no dispone de la mayoría suficiente en el Parlamento. En el caso de que los nacionalistas moderados no logren un acuerdo con la coalición abertzale, el Gobierno deberá prorrogar los Presupuestos por segundo año consecutivo, con la imagen de debilidad que ello transmitiría.