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Los científicos piden que la UE pague la depuración de vertidos de los países pobres del Mediterráneo

No es una cloaca. La contaminación, derivada de los vertidos urbanos, industriales y agrícolas, del mar Mediterráneo ha descendido notablemente en el último decenio, según la comunidad científica, aunque los investigadores alertan de un nuevo peligro: los vertidos sin depurar de los países más pobres de la cuenca. Los científicos piden a la Unión Europea que financie los proyectos de estos países para depurar sus vertidos. Esta es una de las prioridades de la Asociación Científica para la Protección Medioambiental del Mar Mediterráneo (Mesaep).

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El Mesaep ha elegido Alicante como sede de su décimo simposio, que comenzó ayer y se prolongará hasta el miércoles. En las jornadas, que se desarrollan en el Aula de Cultura de la CAM, participan unos 250 investigadores de los países de la cuenca del Mediterráneo. Esta asociación, fundada hace 20 años bajo los auspicios de la UE, cuenta con una nómina de 300 científicos, en su mayoría químicos, botánicos, médicos e ingenieros agrícolas, industriales y nucleares. Para Juan Cornejo, director del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Sevilla y miembro del grupo de expertos creado para evaluar el impacto del vertido tóxico de Aznalcóllar en el entorno del parque de Doñana, el objetivo de la cumbre del Mesaep es conocer los últimos datos sobre los índices de contaminación del Mediterráneo e intercambiar experiencias y datos sobre las novedades tecnológicas en materia de depuración de los vertidos. "Todo ello con el fin de mejorar la protección de este mar, mediante la depuración a través de sistemas tecnológicos limpios", comentó. Cornejo fue tajante a la hora analizar el estado actual del ecosistema del mediterráneo: "La situación ha mejorado notablemente en los últimos diez años, y ello ha repercutido favorablemente en la fauna y flora del mar", explicó. Juan Cornejo señaló que el mayor peligro de contaminación del Mediterráneo proviene de los países del sur, es decir, los más pobres, como Egipto, Argelia, Marruecos y Túnez. "Estos países no son los que más contaminan cuantitativamente, pero sí cualitativamente, sobre todo en el apartado de residuos urbanos, ya que vierten directamente al mar sin depurar", argumentó. En este sentido, el químico P. Foster, profesor de la Universidad de Grenoble, y presidente del Mesaep, resaltó que el problema de la contaminación del Mediterráneo es una cuestión económica y abogó por que los países desarrollados de la UE y otros organismos mundiales como la Unesco, financien proyectos de depuración de vertidos en los países subdesarrollados de la ribera del Mediterráneo. "Si estos países siguen vertiendo sin depurar, de nada servirá la presión social y legislativa que se ejerce en los países desarrollados", comentó. "Estos países carecen de recursos económicos para la protección del Medio Ambiente y, por tanto, la única solución es la colaboración, a base de inversiones y también de campañas de concienciación para potenciar el respeto al medio ambiente, de los países desarrollados. De lo contrario, en 20 años podríamos tener de nuevo un serio problema de contaminación en este mar", añadió. Foster, al igual que su colega Cornejo, resaltó la evolución favorable del ecosistema del mediterráneo en los últimos años. "Se ha hecho un notable esfuerzo en limpiar los puntos de contaminación más significativos". Foster destacó igualmente el esfuerzo que los países de la UE han realizado, tanto en el apartado legislativo (directivas sobre la protección de los recursos naturales, como aire, suelo, agua y sedimentos) e nvestigador para paliar los efectos de la contaminación. Por su parte, Dimitris Kotzias, fundador en 1979 del Mesaep, y en la actualidad director de la División de Medio Ambiente del Centro Conjunto de Investigaciones de la UE, organismo que tiene su sede en Ispra (Italia), ensalzó el esfuerzo realizado en los últimos años por la UE en el apartado legislativo para luchar contra la contaminación, "marco legal, que en mayor o menor medida, están cumpliendo todos los países de la Unión", matizó. "Además, también ha ayudado a mejorar la situación, los avances de la ciencia. Ahora conocemos mejor los causas y los efectos de la contaminación y, por tanto, es fácil combatirla". Educación infantil El científico griego insistió en la necesidad de mantener la calidad de los recursos naturales y en que para ello es necesario un cambio de actitud mental de las personas, "ya no sólo en cuestiones de gran trascendencia social, sino en la vida cotidiana, como por ejemplo a la hora de utilizar el coche o incluso de tirar la basura", precisó. Kotzias sostiene que para garantizar este respeto hacia el Medio Ambiente es básico que los gobiernos potencien la educación de los más jóvenes en el cuidado de la naturaleza, "porque nos va la vida en ello".

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