El código de los abogados catalanes liberaliza la profesión

El segundo Congreso de la Abogacía Catalana, que se celebra desde el pasado jueves en Tarragona, aprobó ayer acuerdos que modificarán sustancialmente el ejercicio y el acceso a la profesión de abogado en esta comunidad autónoma y la liberalizará de forma considerable. Tales acuerdos y los que se tomen hoy, en la sesión de clausura, servirán de base para la elaboración de un código de autorregulación de los letrados.

El futuro código de los abogados catalanes regulará, al margen de la normativa española y europea, aspectos tan variados como la pasantía, la organización de los despachos, el acceso a la abogacía, los honorarios, las relaciones con los clientes, o el uso del catalán en la justicia.El Consejo de Colegios de Abogados de Cataluña, que agrupa a los más de 25.300 letrados de esta comunidad, considera que a finales de este año podría estar redactado ese código para presentarlo al departamento de Justicia de la Generalitat para su aprobación.

La Constitución y el Estatuto de autonomía otorgan competencias exclusivas a la Generalitat sobre colegios profesionales y ejercicio de profesiones tituladas. Los abogados vascos ya aprobaron hace año y medio la redacción de un código propio que finalmente no se llegó a materializar.

Al contrario de lo que sucede entre el Ministerio de Justicia y el Consejo General de la Abogacía, los abogados catalanes mantienen unas relaciones muy cordiales con la Generalitat, que se ha mostrado muy receptiva a aprobar el código que redacten.

Una de las comisiones del congreso, en la que se discuten los 16 aspectos que regulará ese futuro código, aprobó ayer la regulación de la pasantía, es decir, el trabajo que realizan en los despachos los estudiantes de los últimos cursos de Derecho o los recién licenciados. El pasante firmará un contrato con el despacho en el que trabaje que durará dos años y evitará que realice trabajos ajenos a la abogacía.