Siah Armajani enseña en el Retiro de Madrid sus piezas de "arte público"

El Palacio de Cristal, en el parque del Retiro madrileño, tras su rehabilitación, vuelve a formar parte de la programación de exposiciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS). El artista Siah Armajani (Teherán, 1939), residente en Estados Unidos desde los años sesenta, presentó ayer una selección de sus proyectos que se identifican con el arte público (mobiliario para parques, puentes y espacios para lectura, piezas que se exhibieron por primera vez en 1996 en el Macba de Barcelona).Armajani identificó el arte público como el que está al alcance de la gente, "incluso sin saber que es arte". En sus escritos considera que este tipo de obras pide una función que ha de ser pública, y, por tanto, renuncian voluntariamente a lo que se entiende por creatividad artística. Ante las 35 maquetas expuestas -que recogen propuestas de los últimos 20 años y mobiliarios para parques y jardines que se pueden utilizar por el público-, Armajani se mostró como un artista anónimo, poco amigo de las fotografías y opuesto al arte dirigido a una élite y de difícil comprensión.

Con un fuerte carácter metafórico aparecen sus numerosos puentes -alguno de ellos construido, como el peatonal en la ciudad olímpica de Atlanta-, los espacios para la lectura, habitaciones para anarquistas, escuelas, los lugares de encuentro y los hogares para los sin techo en distintos rincones de ciudades, en los que utiliza materiales como aluminio, cuero, latón, madera y plástico. En este sentido, utiliza y rompe los esquemas empleados en urbanismo, diseño, carpintería, bellas artes e ingeniería.

La primera obra de Armajani en España es un encargo de la Diputación de Huesca, donde pasará la exposición -comisariada por María Dolores Jiménez Blanco- en enero del 2000, dentro del programa Arte y Naturaleza, que dirige Javier Maderuelo. En el montaje de Madrid figura la maqueta de Mesa de picnic para Huesca, que se montará tras el deshielo en el valle de Pineta, a unos cien kilómetros de Huesca. Es una mesa cuadrada de madera de 7,30 metros de lado, con techo, rodeada de bancos y unos atriles que llevarán poemas y dibujos de García Lorca como homenaje a "un artista que hizo arte público".