Huelga general en la península del Morrazo

Los municipios de la península pontevedresa del Morrazo secundaron ayer una jornada de huelga general convocada por la Asamblea de Mariñeiros en Loita con el fin de presionar al Gobierno y a la Comisión Europea para que se busquen alternativas al convenio pesquero con Marruecos, cuya vigencia acaba el 30 de noviembre. La conclusión de este acuerdo dejará en el paro a más de 650 marineros de los municipios de Cangas, Marín, Moaña y Bueu.La convocatoria contó con el respaldo de las corporaciones municipales de Cangas, Moaña y Bueu. En Marín era fiesta local. Todas las oficinas de la Administración y los locales comerciales de la comarca permanecieron cerrados durante toda la jornada y tampoco funcionaron los servicios del transporte de la ría entre Vigo y los municipios señalados. A las 17.30 se celebró una concentración, seguida de una manifestación, en Cangas a la que acudieron unas 4.000 personas.

La tala de algunos árboles que se precipitaron sobre una carretera secundaria fue el único incidente de la jornada, de madrugada y antes de que se hiciera ostensible el impresionante despliegue de la Guardia Civil en la comarca, donde los convocantes contabilizaron más de 80 vehículos, con sus respectivas dotaciones, apostados en lugares estratégicos.

Con esta huelga, que sucede a otras movilizaciones previas, como la ocupación del Ayuntamiento de Cangas, el colectivo marinero reclama alternativas para el convenio con Marruecos, que afecta a unos 1.800 marineros gallegos, de los que casi 700 viven en el Morrazo. La Asamblea, que promueve las movilizaciones, actúa al margen de las centrales sindicales, salvo la Central Única de Trabajadores (CUT) y la CIG, que las apoyan. Ningún colectivo ni grupo político se pronunció en contra de la huelga general, aunque Samuel Juárez, secretario general de Pesca Marítima, aseguró que la opinión del sector es "abrumadoramente contraria a este tipo de acciones".

Estos conflictos pesqueros vienen reproduciéndose en el Morrazo desde 1988, en que se firma el primero de los convenios pesqueros de Marruecos con la UE, condicionado ya entonces a una paulatina reducción de la flota, formada a la sazón por 400 buques cefalopoderos, que en las últimas campañas se ha limitado a 60 buques. La previsible inoperatividad de esta flota, a partir de diciembre, no sólo elimina los empleos de marinero, también condiciona la estabilidad económica de las empresas auxiliares que dependen indirectamente de la actividad de la flota en el citado caladero. Cada puesto de trabajo a bordo genera siete en tierra.