Contabilidad universitaria de bolsillo

Una queja común entre los universitarios es que estudiar les sale caro. Esto puede significar que pagan demasiado por lo que reciben, o bien que les parece mucho porque preferirían gastarlo en otra cosa. Para salir de dudas, este periódico realizó un sondeo, calculadora en mano, entre decenas de estudiantes. Las cifras hablan por ellos.El primer gasto obligado es el de la matrícula, cuyo precio varía mucho de un alumno a otro, según qué estudie y en qué convocatoria. Según datos de la Universidad Complutense de Madrid, el precio medio en primer año oscila entre las 70.000 pesetas de las carreras más baratas, las humanidades (Historia, Sociología, Filología), y las 120.000 de las más caras, las de ciencias de la salud (Medicina, Veterinaria, Odontología). La segunda matrícula se encarece en un 45%, y la tercera, en un 110%. Las carreras con prácticas son más caras, aunque algunos alumnos denuncian que no llegan a realizarse.

Pero la matrícula no es lo que más duele pagar a los estudiantes, tal vez por ser un gasto asumido o porque cuentan con beca. La principal queja se dirige a lo que gastan en fotocopias, una media de 30.000 pesetas por curso. La cifra baja de las 10.000 en algunas carreras de ciencias, pero se dispara por encima de las 40.000 en otras como Periodismo o Empresariales. Los más perjudicados son los estudiantes de Derecho: entre ellos hay quien declara gastar más de 70.000 pesetas por curso entre fotocopiar apuntes, libros y manuales. El gasto en fotocopias depende asimismo de la asistencia a clase. Gastan más quienes prefieren que otros tomen apuntes por ellos. Una práctica ahorrativa común es hacer las fotocopias fuera del servicio de reprografía de la facultad.

El precio de los libros, entre 2.000 y 20.000 pesetas, también preocupa. Los universitarios coinciden en comprar muchos libros el primer año y luego adquirir sólo un par de ellos y fotocopiar el resto, reduciendo su precio a la mitad. El gasto medio en libros está entre 15.000 y 20.000 pesetas anuales, aunque sube bastante entre los estudiantes de letras. La queja unánime se dirige a la obligación de comprar libros escritos por los profesores y sus departamentos.

En cuanto a las revistas especializadas, lo más corriente es consultarlas en la biblioteca de la facultad, pero muchos alumnos, sobre todo de carreras técnicas, las compran o se suscriben a ellas, con un gasto medio superior a las 6.000 pesetas por año.

Tan doloroso o más que el gasto en papel es para los alumnos lo que pagan por materiales específicos, sobre todo en su primer curso.

Estos son algunos ejemplos: en Bellas Artes gastan entre 50.000 y 100.000 pesetas al año (telas, pinturas, material de dibujo); en Odontología, más de 30.000 (acrílicos, escayola y espátula; la famosa turbina cuesta unas 200.000), y los futuros arquitectos se dejan más de 100.000 sólo el primer año (mesa, silla, flexo, estilógrafos, calculadora, maquetas, fotografías...). Más barato es el equipo para empezar Geología (bata, pico, brújula, lupa y botas: 25.000), o el de Biología (bata, espátula, pinza y bisturí: 5.000).

En cuanto al ordenador, obligatorio en muchas carreras -recomendable en casi todas-, puede costar entre 180.000 y 200.000 pesetas. En programas informáticos se invierte menos, generalmente los prestan los profesores o, si no, se piratean.

Por último, otros gastos frecuentes son el colegio mayor (entre 480.000 y 600.000 por curso), el transporte (unas 45.000), comer en la facultad, obligatorio en carreras con jornada completa (60.000), o las academias, casi imprescindibles para los estudiantes de Ingeniería (100.000).